El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) tendrá como director general a Octavio Romero Oropeza, quien desde diciembre de 2018 ha estado al frente de Petróleos Mexicanos (Pemex), empresa que, según expertos, está cerca de una quiebra técnica por los malos resultados financieros y operativos que ha presentado.
El ingeniero agrónomo deja Pemex en una situación no tan diferente de como la encontró a finales de 2018, cuando su deuda ascendía a 105 mil millones de dólares, ya que a la fecha los pasivos rondan los 100 mil millones, es decir, apenas 5 mil millones menos.
Lo anterior, pese a que Pemex ha recibido un billón 14 mil millones de pesos en transferencias del gobierno federal como parte de una política energética que busca beneficiar a la empresa con regulación, recursos para el subsector de la refinación, la compra de una refinería en Texas y la construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco.
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En el último reporte financiero entregado por Romero Oropeza, correspondiente al primer semestre de 2024, Pemex arrojó pérdidas netas por 269 mil millones de pesos.
“Parece que Pemex está en quiebra técnica”, comentó previamente Miriam Grunstein, académica del Centro México de la Universidad Rice de Houston, quien destacó los problemas de la petrolera, especialmente en el sector de refinación.
Y es que la apuesta del gobierno federal es que la petrolera impulse al Sistema Nacional de Refinación (SNR), que consta de seis plantas viejas que requieren ser reconfiguradas para procesar el petróleo pesado que produce Pemex, en aras de lograr la autosuficiencia energética prometida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, objetivo que tampoco se logró y quedó pendiente para el próximo sexenio.
En 2018, 84% de los combustibles consumidos en México se cubrían con importaciones, y actualmente la proporción es de 54%.
En lo anterior influye que el SNR tiene deficiencias de fondo que no le permiten procesar el crudo con mayor eficiencia y, por el contrario, produce más combustóleo que nunca, un derivado altamente contaminante y sin mercado. De las pérdidas de Pemex en el primer semestre del año, 279 mil millones de pesos correspondieron al área de refinación.
Para Gonzalo Monroy, director general de la consultora GMEC, los problemas de la empresa no sólo son operativos.
“El refinanciamiento de la deuda de Pemex resulta ser más costoso, ya que en el fondo está el problema de flujo de efectivo porque el gobierno ha apostado por fortalecer el negocio de la refinación, el cual está dejando más pérdidas. Ya en 2020 Pemex perdió el grado de inversión de las agencias calificadoras y eso le afectó”, expuso recientemente.
Además, Pemex enfrenta un problema creciente en materia de tomas clandestinas de huachicoleros, que cada vez cuentan con más organización para robar en las redes de hidrocarburos.
También enfrenta más juicios por parte de sus trabajadores, acusando debilidades institucionales y riesgos en sus actividades.
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Muestra de ello es que el sábado pasado se registró una explosión en la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, la segunda en cuatro años.
Para expertos del sector energético, Pemex y su deuda están entre los retos más grandes que enfrentará la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum.
En sustitución de Carlos Martínez Velázquez, Romero Oropeza deberá cristalizar el objetivo para el Infonavit de construir un millón de casas, a fin de aminorar el problema de escasez de vivienda en el país.
