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En medio de la pandemia de Covid-19 que golpea al país, organilleros del Centro Histórico de la Ciudad de México salieron a las calles para pedir apoyos económicos; la crisis sanitaria ha golpeado sus bolsillos.
Los trabajadores avanzaron del Palacio de Bellas Artes hasta el Zócalo, donde se encuentra el edificio donde despacha la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Personas de la tercera edad encabezaron la pequeña manifestación, pues desde hace dos semanas sus ingresos disminuyeron 80%, según los inconformes, quienes tienen su ganancia del dinero que les da la gente por buena voluntad.
El primer cuadro del Centro es uno de los más concurridos todos los días; sin embargo, tras las medidas de confinamiento social cada vez menos gente camina por aquí y los negocios han ido cerrando.
Patricia Domínguez, una de las manifestantes, explicó: “En esta época de crisis nosotros estamos sumamente afectados, porque no hay ciudadanía en las calles y nosotros dependemos al 100% de ella”.
Esta organillera del Estado de México relató que de su empleo dependen sus dos hijos y su madre; para sobrevivir al menos tiene que ganar 200 pesos al día, los cuales son utilizados para pagar la comida de su familia y su transporte: “No queremos que nos olviden, también nosotros somos un grupo vulnerable”.
La movilización que se vivió ayer puso en vilo a ciertas personas, pues los organilleros tocaban sus instrumentos y eso generó apoyo de la gente que se acercaba a leer sus consignas. “Organilleros, un sector muy vulnerable”; “Mi familia depende de mí”, y “Compréndeme, yo no puedo parar”, fueron algunos de los mensajes que se leían en los letreros que cargaban consigo los inconformes.
Jesús Romero, otro trabajador de este sector, comentó: “Esta marcha es en solidaridad de ellos y de nosotros para más o menos sustentarnos en lo que va a durar esto, es muy difícil para nosotros, la crisis nos está acabando demasiado, porque no hay gente, negocios, trabajo”.
Al final, las exigencias de los manifestantes tuvieron eco en el edificio de Gobierno de la Ciudad de México, pues en cuanto llegaron fueron recibidos y se les propuso que podrían recibir apoyos a través del Fondeso, aunque habría que esperar a realizar un trámite para ello.
Tras una reunión de 30 minutos con las autoridades, los trabajadores se dispersaron al finalizar el encuentro para obedecer las recomendaciones de las autoridades sanitarias respecto a la sana distancia.