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Sin tener participación alguna, el general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, se convirtió en protagonista, al recibir la “metralla” disparada por la oposición en la comparecencia ante el pleno del Senado de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien fue espectadora de la ofensiva contra su compañero de gabinete.
Las baterías opositoras fueron dirigidas durante tres horas y ocho minutos al titular de la Sedena, a quien responsabilizaron de las iniciativas que consideran han llevado a México a la militarización de la seguridad pública. En sus escaños, los panistas mostraron un letrero con la frase “El Ejército debe rendir cuentas”.
Molestos con la imposibilidad de sentar al general para que compareciera, los senadores del bloque de contención atizaron sus críticas contra el militar, a quien la panista Lilly Téllez acusó de doble cara y de ser el “verdadero autor intelectual y material de las reformas que violentan flagrantemente a la Constitución”.
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Pese a que aún no concluye el proceso legislativo de la reforma que obliga a los secretarios del gabinete de seguridad a comparecer cada seis meses ante el Congreso, la legisladora sonorense acusó al titular de la Sedena de desacato a la ley por acompañar a la titular de la SSPC, pero no comparecer.
“Hace apenas dos semanas se establecieron sus deberes de comparecer y ya hoy le dan la vuelta a la ley, se los dispensan mañosamente, colocando a la tradición por encima de la Constitución. Su silencio aquí general, y se lo digo de frente, es un grito que desafía y desprecia a la República, apuntó.
Emilio Álvarez Icaza, coordinador del grupo plural, afirmó que la principal pregunta al gobierno es: “¿Por qué insiste en un modelo militarizado de seguridad pública fracasado?, pues se ha duplicado la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles en los últimos 15 años y se han triplicado los homicidios”.
Germán Martínez, senador sin partido, reprochó que el general Sandoval se inmiscuya en política y considere tendenciosos a quienes no piensan como él y no apoyan la militarización.
Advirtió que los militares tienen límites y deben respetarlos, ya que de violar la Constitución tendrá que ser sancionado, si no por la justicia nacional, sí por instancias internacionales: “El fuero militar no le alcanzará a nivel internacional si se violan nuestra Constitución y los derechos humanos”, remarcó.
Clemente Castañeda, coordinador de la bancada de MC, cuestionó: “¿Hasta cuándo van a reconocer que la estrategia de seguridad falló? ¿Hasta cuándo vamos a corregir el camino?”.
Reprochó que no quede nada de la estrategia propuesta por el gobierno federal y aprobada por el Senado hace cuatro años.
“Hoy, esa estrategia es un documento vacío. Se profundizó la militarización del país cuando la estrategia establece puntualmente regresar a los militares y a los marinos a sus tareas constitucionales”, recordó.
Sentado a la derecha de la secretaria de Seguridad, el titular de la Sedena, con el rostro adusto, escuchó la andanada de la oposición sin inmutarse ni siquiera cuando el senador Martínez Cázares le reclamó su “inaceptable” descalificación a los críticos de la reforma militar o cuando Lilly Téllez le quiso entregar una lista de criminales libres. El general escuchó y no contestó.
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La respuesta del bloque oficial no se hizo esperar. La senadora de Morena Lucía Trasviña arremetió contra la oposición.
“Baquetones, sinvergüenzas, cínicos. Hay puro mediocre, cabrón, que ha venido no aquí a legislar sino a ser los peores detractores de un gobierno que emana del sentido y del amor de un pueblo. (…) Escorias y basura. ¡Vivan las fuerzas armadas! ¡Viva Andrés Manuel López Obrador! ¡Mueran los pedorros!”, exclamó.
El líder de Morena, Ricardo Monreal, lamentó los insultos y groserías de los senadores de oposición: “Es cínico, descarado y oportunista… porque el otro día que aprobamos la mayoría calificada [la reforma militar], a las horas estaban desayunando con el almirante Ojeda quienes votaron en contra”, denunció.
Al ver el salón semivacío, Mon- real Ávila acusó a los opositores de insultar y salirse de la sesión. Sandoval fue el protagonista en una comparecencia ajena.
