Entre 2015 y 2021 el crimen organizado causó alrededor de 700 mil asesinatos en el mundo, la mayoría en el continente americano, en donde existe una “impunidad crónica” en este delito de alto impacto, reveló un informe de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en ingles).
Dicha cifra es comparable con las víctimas resultantes de conflictos armados, según el primer Informe global sobre homicidios 2023, en el que se destaca que 40% de las muertes intencionales que se cometen en el mundo están relacionadas con la lucha entre grupos criminales por las actividades ilegales, la desigualdad social y factores como la producción récord de drogas y de armas de fuego.
El informe que la UNODC publicará este viernes ubica al año 2021 como el más letal en violencia homicida a nivel mundial, al registrar un estimado de 458 mil muertes intencionales, concentradas en América con una tasa de 15 por cada 100 mil habitantes, rebasando las entre 400 y 450 mil que se presentan anualmente, lo que atribuye a las repercusiones económicas de la pandemia de Covid-19.
Lee también: Por extorsión, buscan más seguridad privada
“Si bien el impacto de la pandemia de Covid-19 en los homicidios intencionales varió de acuedo con los países y regiones en 2020, el aumento observado en 2021 puede estar relacionado en parte con las repercusiones económicas de las restricciones relacionadas con la pandemia. El aumento de la violencia sociopolítica y la relacionada con las pandillas también contribuyó a la escalada en varios países”, destacó.
En el mencionado año, México se colocó entre los cinco países con las tasas más altas de asesinatos, con 28.2, por debajo de Honduras, 38.3; Jamaica, 38; Myanmar, 28.4, e igual que la de Trinidad y Tobago, de 28.2.
“Los niveles persistentemente altos de violencia letal en la región [América] se atribuyen a dinámicas complejas relacionadas con grupos criminales que compiten por el control de los mercados ilegales, problemas estructurales como un Estado de derecho débil, desigualdad social y desempleo juvenil, y factores como la producción récord de drogas y de armas de fuego”, puntualiza.
De acuerdo con el estudio, en el que se analizaron tendencias y patrones de los homicidios dolosos, el aumento de la producción de cocaína desde 2020, y la expansión de las organizaciones criminales transnacionales en el mundo detonaron mayores tasas de muertes intencionales.
“Uno de los ejemplos más preocupantes es el de Ecuador, que, tras años de tasas de homicidios relativamente bajas, ha experimentado un aumento de 470% entre 2016 y 2022, lo que puede atribuirse a la intensificación de la competencia violenta entre bandas rivales (Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa) de narcotraficantes”, subraya el reporte.
El Informe global sobre homicidios 2023 refiere que los altos índices de violencia letal en América Latina y el Caribe están significativamente influidos por el acceso y el uso indebido de armas de fuego.
“Los países de América Latina y el Caribe registran la proporción más alta de homicidios relacionados con armas de fuego a nivel mundial. En 2021 hubo al menos 89 mil 100 víctimas de homicidio relacionados con armas de fuego en la región, con tasas específicas de 9.3, 16.9 y 12.7 por cada 100 mil habitantes en el Caribe, América Central y Sudamérica, respectivamente”, indica el documento.
Lee también: Enfrentan 102 mexicanos procesos penales en EU que podrían derivar en sentencia capital
Sentencia: “La relación entre un mayor uso de armas de fuego y mayores tasas de homicidio es evidente, lo que subraya el papel de las armas de fuego en la región, con niveles elevados de violencia”.
El informe añade que datos de 82 países en 2021 revelan que hay cuatro personas condenadas por cada 10 víctimas de homicidio doloso; sin embargo, en algunos países de América se sentencia a menos de dos, lo que “sugiere una impunidad crónica en las Américas en comparación con otras regiones”.
“Según datos de 91 países, el 11% de la población carcelaria está condenada por homicidio intencional, con una variación regional significativa. En las Américas, particularmente en el Caribe y en América Central, el número de presos por homicidio supera el promedio mundial”, subraya el documento.