Quienes “brillan por su ausencia”, pero cobran su generoso salario en el Congreso de Zacatecas, nos platican, son los diputados de Morena, pues prefieren promover la consulta de revocación de mandato que sus actividades legislativas. Nos relatan que el colmo fue que los legisladores guindas, encabezados por su coordinadora Maribel Galván Jiménez, acudieron a los municipios de Río Grande y Jerez —donde hay más de 18 comunidades desplazadas por el crimen organizado— para hablar de las bondades de la consulta, pero de la inseguridad y la situación de desplazados ni se enteraron, por lo que algunas voces exigen se les sancione por su ausentismo o que de plano cuando junten tres faltas se les dé de baja y se llame a los suplentes. ¡Qué tal!

Se dan aumentazo... porque sí

En Sinaloa, nos comentan que en el municipio del mismo nombre, Sinaloa, los regidores “se sirvieron con la cuchara molera” sin pudor ni austeridad, pues se dieron un generoso aumento de sueldo y hasta un extra. Nos detallan que “los angelitos” sí se pusieron de acuerdo para elevar su dieta de 36 mil pesos mensuales a 48 mil pesos, además un bono de 8 mil pesos para gastos de combustible, con el argumento de que “el costo de la vida se disparó” y “lo que ganaban no les alcanzaba para vivir”. El único que se opuso al incremento, nos dicen, fue el alcalde priista Rolando Mercado Araujo, ya que ahora anda “con el Jesús en la boca” viendo de dónde recortar gastos para cumplir “el caprichito” de los regidores, pero eso sí, el municipio será de los mejores pagados en el estado. ¡Ouch!

Las visitas incómodas del edil

A quien parece que no le agradan mucho “ciertas visitas” en su terruño en Coahuila, nos cuentan, es al alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda González (PRI), sobre todo cuando en los eventos está el secretario de Inclusión y Desarrollo Social, Manolo Jiménez Salinas (PRI). Nos explican que todo apunta a que don Manolo sea el ungido del tricolor y del gobernador Miguel Riquelme Solís (PRI) para ser el abanderado a gobernador el próximo año. Sin embargo, nos dicen, don Román “ha escuchado el canto de las sirenas” y siente que tiene posibilidades para ser él el “elegido”, por lo que cada que don Manolo visita Torreón, no puede ocultar su recelo. ¡Zas!