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julian.sanchez@eluniversal.com.mx
Dirigentes sindicales coincidieron en que la idea de crear una nueva central obrera como lo pretende el líder de los trabajadores mineros, Napoleón Gómez Urrutia, debilita, divide y disminuye la credibilidad del sindicalismo en el país.
Los líderes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo; de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida; Reyes Soberanis Moreno, de la Confederación Obrera Revolucionaria (COR), y Carlos Pavón Campos, del disidente Sindicato Minero Frente, resaltaron que debe haber alianzas para llegar a acuerdos en conjunto en beneficio de los trabajadores, pero no en una nueva central.
Gómez Urrutia dio a conocer en entrevista con EL UNIVERSAL el nacimiento de la Confederación Sindical Internacional Democrática (CSID), que, dijo, ocupará el vacío abierto en el sindicalismo mexicano.
Los líderes sindicales referidos rechazaron hacer algún acuerdo con Gómez Urrutia para conformar esa central obrera. Otros, como el líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Pedro Haces Barba, dijo que la decisión de Gómez Urrutia es muy respetuosa; sin embargo, él no se sumará a sus intenciones.
Aceves del Olmo subrayó: “Ni que estuviera yo chiflado. Cómo una organización como la CTM afiliarla a una central.
“Tengo muy buena relación con [Napoleón] Gómez Urrutia, él es presidente de la Comisión del Trabajo en el Senado y yo soy secretario, pero la CTM no está para unirse a una confederación, sino para que se unan a ella, porque si no es la más antigua, sí de las que más participación han tenido para lograr, por ejemplo, la formación del [Instituto Mexicano del] Seguro Social, del Infonavit, o el Fonacot y escuelas públicas”, subrayó Aceves del Olmo, quien es presidente del Congreso del Trabajo (CT).
Ayala Almeida reconoció que mientras más organizaciones se conformen, se crea más división, como ha sucedido en dependencias como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) o en la Secretaría de Bienestar, antes Desarrollo Social, en las que surgieron más sindicatos y eso no ayuda para lograr acuerdos en beneficio de todos los trabajadores.
“La postura nuestra es la de fortalecer a las representaciones sindicales y no dividirlas. Que haya dos o tres representaciones por cada empresa significa que los dueños de las compañías o los servidores del Estado jueguen con esas”, indicó.
Soberanis Moreno, quien es vicepresidente del Congreso del Trabajo (CT) y líder de la COR, dijo que aunque se ha mencionado que se sumaría a la nueva central, eso es falso, pues en su agrupación no coinciden con crear nuevas confederaciones porque eso divide y debilita al sindicalismo.
“Hay quienes piensan distinto, quieren reagruparse en otras expresiones, cada quien en su legítimo derecho lo puede hacer, pero los problemas de fondo a resolver son los de los trabajadores”, consideró Soberanis.
Haces Barba afirmó que cree en la libre sindicalización y en la democracia sindical, por lo que Gómez Urrutia está en su derecho y es bienvenido su propuesta, pero que su organismos no pueden fundarse con el del minero porque son dos confederaciones.
Pavón Campos, líder de la Unión Nacional de Sindicatos Minero, Metalúrgicos y Metalmecánicos de México, y quien llegó a ser cercano a Gómez Urrutia, dijo que de acuerdo con la ley, no se puede tener una organización internacional que opere para los trabajadores mexicanos, como en negociaciones salariales, con intervención de sindicatos internacionales, y subrayó que una central nueva como la que se pretende, creará más división y falta de credibilidad en el sindicalismo.
“Por supuesto que habrá división, porque quiere representar el sindicalismo de la Cuarta Transformación y quieren agarrar el control, pero hay muchos que no estamos de acuerdo con él, y desde luego que no tiene credibilidad. Napito no tiene buena reputación, pues no ha respondido por los 55 millones de dólares de un fideicomiso minero”, afirmó.