El 18 de marzo de 2020, Cristóbal Guadarrama Pérez, jefe de la Unidad de Urgencias del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), recibió a un paciente de 41 años con insuficiencia. La sintomatología indicó que era posible coronavirus y al brindarle atención se percataron de que tenía neumonía avanzada y sus niveles de oxigenación eran bajos; horas después México reportó al primer fallecido por Covid-19.
“En el caso de este paciente me acuerdo que prácticamente venía con una neumonía muy grave, llegó con niveles muy bajos de oxigenación y como lo hacemos siempre con estos casos, se tuvo que dar tratamiento de ventilación mecánica invasiva con todas las estrategias adecuadas y el tratamiento, aun así, el enfermo tuvo una pobre respuesta a este manejo y obviamente progresó de una manera muy rápida al deterioro o falla multiorgánico”, relató el especialista a EL UNIVERSAL.
El médico internista, neumólogo y broncoscopista reconoció que tras el primer fallecimiento por coronavirus en el país, el personal a su cargo sintió miedo porque el desarrollo de la enfermedad grave por SARS-CoV-2 fue tan rápido que se dieron cuenta de que no enfrentaban una afección como la influenza.
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“Nos dio mucho miedo a todos, porque veíamos que era posiblemente un virus mucho más agresivo de lo que nos habíamos imaginado, más allá de lo que habíamos leído, visto y de lo que teníamos conocimiento, y créeme que el instituto ve padecimientos muy graves, obviamente esta presentación tan devastadora por así decirlo, nos dio miedo a todo el personal, porque creímos que eso es lo que venía y, obviamente, sin ningún tratamiento efectivo, no hablábamos de las vacunas para esa fecha y apenas estábamos pensando en cómo nos podíamos proteger y no infectarnos”, dijo.
Cuando Carlos Hernández llegó al INER, el especialista recuerda que sólo tenían información de casos graves de Wuhan, China, y a ello sumaron el expertiz del manejo de pacientes con complicaciones en diversas enfermedades respiratorias.
“Con este primer caso, que desafortunadamente derivó en la defunción, me acuerdo que obviamente como expertos en la parte respiratoria teníamos algunos antecedentes para ese momento de Wuhan, sobre cómo era el comportamiento clínico de las formas graves de Covid, con esos antecedentes, con experiencia propia de nuestro centro, con expertos en ventilación que tenemos en la unidad se implementaron todas las estrategias que podíamos en su momento”, relató.
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Fue en ese momento que el personal de salud detectó que el coronavirus tiene complicaciones diferentes a lo que estaban acostumbrados a tratar: “Era tan distinto a la influenza o a la neumonía bacteriana grave. Este primer caso, recuerdo bien que fue una forma muy grave, que aunque el paciente tenía todo el soporte ventilatorio, hemodinámico, indicados múltiples medicamentos antibióticos, desinflamatorios, anticoagulantes, la presentación del contagio y deterioro fue muy acelerada, y prácticamente en pocas horas el paciente llegó a una falla multiorgánica, y poco pudimos hacer”, indicó.
A partir de ese día recibieron pacientes con perfiles similares al del hombre de 41 años con comorbilidades como sobrepeso y diabetes: “Es un segmento dentro de los infectados con estas formas graves que se comportan con estas presentaciones muy rápidas hacia el deterioro y muchas veces lo vemos porque los pacientes llegan a las unidades de Terapia Intensiva o a la hospitalización de manera muy tardía y el proceso inflamatorio e infeccioso está muy activo y ya son pocas las posibilidades de respuesta satisfactoria”, señaló.
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Sin embargo, pese a las defunciones, el especialista se siente orgulloso de las vidas que han salvado en los diferentes hospitales del país: “Hemos salvado muchísimas vidas y eso es lo que nos permite venir todos los días a trabajar y el saber que podemos ayudar a alguien más y que pueden regresar a casa, llámese papás, hermanos, abuelos, tíos y compañeros que se infectaron, pero se pueden reincorporar a sus actividades en su casa, en la sociedad, no lo puedo describir, es lo que me llena de orgullo de todo el personal, creo que ha pasado en muchos centros del país, no se puede escribir con palabras, pero motiva”, afirmó.