La llegada de la pandemia a México dejó muertos, abusos y estrés en personal médico. Algunos consideran que la Secretaría de Salud (Ssa) los utilizó como pelotón ante esta crisis sanitaria, como afirma la doctora Alma, quien desde la llegada de la pandemia estuvo en la llamada primera línea de atención Covid-19.
“Desde la llegada de la pandemia, el servicio me pareció bueno, pues a pesar de no saber nada de este virus se brindó la atención”, dice.
“El problema fue en los hospitales, pues a pesar de la información cada quien trataba a su modo; sin embargo, el apoyo al personal médico fue malo, en todos los hospitales que estuve no hubo apoyo en material, nunca nos dieron equipo completo ni hubo apoyo sicológico, sólo nos agarraron como pelotón”, explica.
La especialista, desde el inicio de la pandemia, trabajó en varios hospitales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Como soy urgencióloga, son primeras especialidades que se solicitaron. Tenía a mi cargo médicos y enfermeras. Yo recibía los pacientes más graves, los intubaba, les daba la atención inmediata para estabilizarlos y pasarlos a hospitalización o a terapia intensiva”, recuerda
Cuenta que al comienzo de la pandemia había miedo entre el personal y que la carga de trabajo fue excesiva.
Llegó a trabajar 12 horas continuas sin poder descansar, ir al sanitario o comer. El exceso de trabajo le provocó estrés laboral a ella y al gremio médico.
“Desde un inicio todo el personal tuvo miedo. No sabíamos nada de la enfermedad. La mayoría de los pacientes llegaban ya sin signos vitales.
“Fue muy estresante ver que por el exceso de mortalidad en patología llegaban tráileres para meter a los difuntos. Muchos de los familiares ya no pudieron ver a sus pacientes. Todo eso me generó mucho estrés”, detalla.
La médico especialista narra que la mayoría del personal que trabajó en la primera línea de atención sufrió estrés.
“En un hospital que trabajé del ISSSTE, a todos los de base los mandaron al siquiatra y la mayoría salió con patología por el estrés, por todo lo que se vivió en la pandemia.
“A mí me acosaron y por la queja que metí me obligaron a una valoración sicológica y a dos de mis compañeras les dijeron que las iban a mandar a otra valoración por la misma situación”, menciona.
En la actualidad, la médico tiene una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por acoso sexual y hostigamiento.
“Espero se le dé mayor valor al gremio médico, no sólo palabras, murales, sino que la gente se transforme y entienda que somos esenciales. Si la otra parte no hace lo suyo, no podemos hacer mucho”, finaliza.