“No te rindas”, es la frase que Abril escuchaba de sus padres cuando sentía que ya no podía más en su lucha contra el cáncer.
Cuando la desesperación, enojo, dolor y desesperanza llegaban a ellos, la pequeña de 11 años recibió una carta que le inyectó felicidad en la zona de Oncología del hospital donde era atendida.
“Un día, cuando estaba en el hospital, una persona especial me dio una carta, desde ahí me sentí feliz y me pregunté: ‘¿Y si los otros niños se sienten tristes sin carta? Pensé que eso ayudaría a que se sientan motivados” y ahí nació su idea.
El buzón de “No te rindas” busca dar esperanza y alegría a los niños de todo el país que, como ella, luchan día con día por su vida.
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Abril explica que su objetivo es que varios hospitales tengan dicho buzón para que puedan enviar y recoger cartas que les den alegría en sus momentos más difíciles: “Busco que niños que tengan la misma enfermedad hagan cartas para que entre ellos se sientan entendidos sobre cómo se sienten y se envíen algunos dibujitos”, relata la pequeña.
Sus primeras cartas fueron enviadas al Hospital General de Cancún en el área de Quimioterapias Ambulatorias. Los sobres contenían poemas o dibujos que ella hizo para que se sientan motivados, además, una planilla de stickers. Al reverso tienen escrita en grande la frase clave: “¡No te rindas!”, describe Abril.
La razón por la que el primer buzón se instaló en el interior de la República fue porque “no es tan fácil, necesitas un contacto para que se pueda hacer y allá hay una fundación llamada Aitana, que fue la que se movió para lograrlo”, explica Linda González, mamá de la menor.
“En la segunda quimio le dieron fiebres incontrolables y me dijo: ‘Yo creo que Dios ya me está hablando, me siento muy mal, me siento cansada, ya me quiero ir’. Uno como papá se esfuerza y le dije que fuera lo que Dios quisiera pero ‘tú no te rindas. Échale ganas hasta donde puedas”, cuenta Óscar Villafuerte, padre de la menor.
Tras seis ciclos de quimioterapias y 10 sesiones de radioterapia, en 2018 logró que la trasladaran a vigilancia; sin embargo, en enero de 2020 un nuevo tumor apareció en su pierna izquierda.
“Cambiamos de hospital cuando empezó el desabasto de medicamentos y porque se transformó el Seguro Popular. Nos quedamos sin seguro”, cuenta Linda.
Así llegaron al Hospital ABC de la mano de la Clínica Amistad Británico-Mexicana, donde tras diversos estudios socioeconómicos logró entrar a un seguro para niños con cáncer con tumores sólidos, y comenzaron con el tratamiento de nuevo.
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“Le dieron seis quimios y no hubo manera. Lo mejor era quitarla”, por lo que el 4 de junio de 2020, Abril perdió su pierna pero ganó motivación para llevar a cabo su proyecto de la mano de la Fundación El Avión de los Sueños A. C., una asociación dedicada a cumplir los sueños de las niñas y niños mexicanos con cáncer.
Cuando la menor necesitó una andadera para aprender a moverse sola, ellos ayudaron a sus padres a conseguirla.
El pasado 28 de diciembre, Abril cumplió una meta: asistir a la instalación de un buzón “No te rindas” en el Centro Médico Nacional La Raza del IMSS.
“Es maravilloso ser su padre. Me llena en todo, no tengo un vacío. Me ha enseñado todo, si soy la persona que soy, es por ella”, afirma orgulloso su padre.
Abril es muy hogareña, pero también le gustan las fiestas en familia y quiere dejar huella. Por ahora espera que su proyecto llegue a muchos hospitales del país para dar palabras de aliento a niños con cáncer: “Les diría que no dejen de luchar, que se vale de todo, llorar, gritar, se vale de todo, pero jamás rendirse”.