“Levantar la voz, no quedarse calladas ante un acto violento es el primer paso para erradicar los machismos”.

En medio de ola de violencia por la que atraviesa nuestro país, Claudia de la Garza y Eréndira Derbez escriben sobre los machismos cotidianos que vivimos día a día y que por años, hemos minimizado; en ocasiones por costumbre pero en otras por miedo.

“No son micromachismos” es un libro que abarca en sus páginas, las acciones que creímos que son normales, pero en realidad pueden desatar violencia en el futuro, es un escrito que motiva a la reeducación de familias, de hombres y mujeres.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la coautora Claudia de la Garza, comenta que el levantar la voz ante un acto violento, así sea un chiste o un piropo es esencial para comenzar a erradicar y la violencia y posteriormente la reeducación.

"La educación es fundamental para erradicar la violencia y los machismo, pero no tiene que ser la misma que hemos recibido o que hemos inculcado hasta ahora, en la que las niñas tienen que cuidarse para que no les hagan daño.

"No, no es así, tenemos que educarles para decirles "tú no eres responsable de lo que hacen los otros, son ellos a los que tenemos que educar para que entiendan que no tienen que violentar o matar, y que entiendan que hay que respetar a todas las personas por igual", refirió.

Afirmó que los movimientos feministas, durante años, han puesto en la mira los problemas de violencia no solo física, sino también laboral y sicológica por los que atraviesan las mujeres, y esto ha sido un gran paso para que hoy, se plantee un paro de actividades el 9 de marzo.

"La labor de las protestas feministas ha sido importantísima y pese a que las últimas han sido muy polémicas, han puesto sobre la mesa las discusiones que tienen que poner, como los asesinatos de mujeres, la violencia, el acoso.

"Es muy desafortunado que los medios se enfoquen en temas como la fiscalización del tono, que en el libro lo mencionamos, es el cómo lo dices, si gritas o no, pero definitivamente este movimiento está fijando los temas de fondo y esos son los importantes, son los que tienen que discutir", dijo.

"No son micromachismos" fue escrito para que no solo las mujeres jóvenes, sino las mayores, hombres: jóvenes y para los más grandes de edad: "tengan una herramienta que ayude a enfrentar, rechazar y cambiar estas acciones que creemos cotidianas".

"Me parece muy importante que los hombres también lean el libro, que las mujeres mayores también se sumen, creo que la idea aquí es convertirnos en una especie de acompañamiento, de guía, de caja de herramientas que nos ayude a enfrentarnos a esas acciones coordinadas y empezar a desmontarlas y decir "No, esto no es normal, esto no tiene que ser así, vamos a cambiarlo", comentó.

Además, añadió que en la parte de la reeducación, es importante que dejemos de lado los comportamientos arraigados que se tiene en la sociedad como el de empezar a estereotipar a los niños y niñas desde que nacen.

"Desde que un niño nace, es más desde que se sabe que viene un bebé empezamos, porque de inmediato pensamos en cosas azules para el niño, cosas rosas para la niña.

"En cosas para que las niñas jueguen a la comidita, a maquillarse porque su función es verse bonita, estar sentada, delicada, las muñecas, en este papel de la mujer tiene que ser cuidadora de los bebés.

Mientras que a los niños entre más inquietos, mejor, que si se ensucian está bien que si juegan con réplicas de armas está bien, y desde ahí se normaliza la violencia y se les queda que ellos tienen que ser así".

En este sentido, en el libro las autoras también escriben acerca del amor romántico, insisten en educar de manera diferente a los niños para que dejen de considerar que la mujer debe quedarse en casa, haciendo de comer por amor, lavando, planchando, cuidando a los niños por amor y el rol que hombre debe cumplir sea el salir a proveer el hogar.

Un elemento extra que sirve no solo para ilustrar sino que le da más potencia al texto es que en sus páginas se pueden encontrar ilustraciones que resumen, ejemplifican y encaran cada situación del capitulado.

Otro de los micromachismos por los que atraviesan las mujeres es la cosificación a través de su imagen, en prácticamente todas partes, Claudia de la Garza refirió que los medios de comunicación son quienes pueden ayudar a que está condición cambie por la influencia que tienen en la gente.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses