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Juan Zepeda asegura que se quedará en la izquierda y del lado de la oposición, pues aunque recibió invitación de todos los partidos, la rodilla derecha, que le fue operada, le duele al arrodillarse.
Afirma que a diferencia de otros experredistas, su salida del Partido de la Revolución Democrática (PRD) no es por un pleito de candidaturas o cargos, sino que es porque concluyó su ciclo en el partido y porque, desde su perspectiva, es momento de crecer en otros espacios, por lo que rechaza que su decisión obedezca a la alianza con Futuro 21, como se ha dicho.
El excandidato a la gubernatura del Estado de México, en entrevista con EL UNIVERSAL, califica como positiva la apertura que está teniendo el PRD al aliarse con Futuro 21, y asegura que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 se debió a que abrió la puertas de Morena a todas las expresiones, un ejemplo de lo que la oposición debe hacer ahora, sin importar el partido del que provenían, cosa que no hizo en 2006 ni en 2012, años en los que actuó de manera selectiva y sectaria.
Zepeda Hernández no descarta la posibilidad de volver a contender en 2023 por la gubernatura del Estado de México, pero asienta que tampoco es una obsesión, pues su lucha en la política no es por cargos, ya que, de ser así, se habría quedado en la bancada del PRD en el Senado, en donde en un inicio había pactado ser coordinador dos años después de que Miguel Ángel Mancera lo hiciera.
¿Por qué se va del Partido de la Revolución Democrática?
—No es una situación en particular o una coyuntura; más bien ha sido una etapa en la que la ausencia de la escena política me permitió mucha tranquilidad para poder analizar con serenidad, con objetividad y sin una intensión de por medio que es momento de cerrar un ciclo, cuando no hay un periodo de candidaturas ni de cotas de poder.
No me voy de la izquierda y no me voy hablando mal del PRD. Yo celebro que el partido, con lo que muchos puedan criticar, haya refrendado su registro, y yo hice mi parte para que se mantuviera, pero no voy a ser quien diga que esta nueva etapa está mal, porque no estaré para construirla.
Entonces, si considera positiva la suma del PRD a Futuro 21, ¿por qué no seguir?
—Es acertado lo que están haciendo. Hoy en día un proyecto político que quiera ganar tiene que abrirse; si no lo hace, pierde. Te voy a poner de referencia al Presidente: dos intentos anteriores en los que él se cerró, en los que dijo: “Aquí no entra nadie, salvo éstos”. Perdió. En la coyuntura de 2018, en cambio, se abrió y ahí están los que integró.
Por eso creo que el PRD está actuando de manera acertada, ya que un partido que se cierra va directo al fracaso. Mi ciclo ya se cerró y habrá PRD para un buen rato, con o sin Juan Zepeda. Además, yo ya había tomado la decisión previo al anuncio de la suma con Futuro 21, [porque] cerrar mi ciclo era una convicción: la vida es un renovarse y reinventarse.
¿Cuándo decide anunciar al PRD su salida?
—Antes de que sucediera lo de Futuro 21, antes de que solicitara licencia en el Senado por motivos de salud. Me sirvió salirme de la vorágine de la política, donde tienes muchas voces hablándote.
Me operaron una rodilla, que en unas horas se convirtió en algo irrelevante, pues al inyectarme la anestesia epidural me causaron un desgarre de la membrana dura madre y provocaron una fuga del líquido cefalorraquídeo. Para sellar la fuga me aplicaron un parche hemático y un coágulo se alojó en mi cerebro. Mi vida estuvo en peligro, y hoy lo puedo decir agradeciéndole a Dios que estoy vivo. Ya cuando pasó el riesgo, quedó una parálisis del nervio óptico que me incapacitó; ya en la etapa de recuperación, hice una reflexión y reafirmé que debía cerrar mi ciclo en el partido.
¿Se va a Morena o a Movimiento Ciudadano?
—Fueron días, semanas, meses para recapitular. Tuve invitaciones prácticamente de todos los partidos. A muchos ya les he dado las gracias informándoles que seguiré en la izquierda. Creo en el sistema de partido y no me veo sin [uno].
Yo quedé muy bien de la rodilla: ya puedo correr, saltar, subir escaleras, jugar futbol; sin embargo, me duele mucho al arrodillarme. Entonces es en la oposición donde me veo, porque me gusta expresar lo que pienso, ser libre. Además soy disciplinado, pero no acato líneas.
¿Competiría otra vez por gobernar el Estado de México?
—Es el proyecto que también tenemos. Estamos en deuda con los mexiquenses, así lo siento yo, porque pienso que si en 2017 nos hubiésemos sumado toda la izquierda, habríamos ganado, pero demostramos [falta de] humildad para entender que nos necesitábamos. Hasta el adversario más débil merece el respeto del más fuerte. Espero que en 2023 se pueda materializar, [aunque] no sé si yo encabezaría, [porque] después de casi morir, sé que la vida es efímera y ser petulante es ser temerario.