El presidente nacional del PAN, Marko Cortés, asegura que no ve cómo pueda transitar la reforma eléctrica del presidente , pues es una propuesta regresiva y destructiva.

Recuerda que el PRI, el PRD y el blanquiazul hicieron compromisos en los que se estableció que no permitirían el debilitamiento institucional, y que con esta iniciativa se vulneran los órganos autónomos en materia energética del país.

Cuando eso ocurra, refiere, es evidente lo que van a decir, ya que, asegura, es indefendible la iniciativa presidencial. Admite que no sabe por qué el Ejecutivo se dejó manipular por Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para generar un monopolio, y en las peores manos.

Sobre la intención del presidente de San Lázaro, Sergio Gutiérrez, de buscar convencer a los priistas de que esta reforma es lo que necesita México, el panista responde que ni en el interior de las bancadas de la Cuarta Transformación están convencidos de este proyecto, por ser peligroso, retrógrado y contaminante.

Pronostica que la reforma ni siquiera va a contar con el apoyo de los aliados de Morena, como el Verde o el PT, por lo tanto, tampoco con el bloque opositor.

Marko Cortés opina que la reforma energética de 2013, del expresidente Enrique Peña Nieto, iba en el sentido correcto. Se quedó corta porque pudo dar mucho más certeza, apertura y fortaleza en la generación de energías limpias, pero es mucho mejor que la de López Obrador, la de él es un retroceso, es regresar a los 70 e ir a una estatización y crear un monopolio, dice.

¿La alianza con el tricolor y el sol azteca está firme o se está tambaleando?

—Tengo claro que los partidos coaligados hicimos compromisos de cara a la nación, en los que no permitiríamos el debilitamiento institucional, y en esa iniciativa de retroceso energético se vulneran los organismos autónomos en materia energética.

Nos comprometimos a no aprobar ninguna reforma destructiva y ni regresiva y esa iniciativa es claramente regresiva, le da la espalda a la generación de energías limpias, ahuyenta la inversión que genera trabajo, le da la espalda a la agenda 2030, al Acuerdo de París, se regresa completamente a las energías contaminantes, se pone en riesgo la soberanía energética.

Es un tema de seguridad nacional, se afecta el bolsillo de los mexicanos, porque si no hay oferta de energía eléctrica, pues obviamente vamos a estar sometidos a las tarifas que la Comisión Federal de Electricidad quiera imponernos, pero mientras más oferta y mientras más generación de energía, y más cuando se trata de energía limpia se tenga, pues ésta va a ser más barata.

Lo que se necesita para que esto funcione es dar certidumbre a la inversión, dar certeza, para que entonces se genere esta energía, para que podamos impactar de manera positiva en el bolsillo de los mexicanos, pero con tarifas más bajas.

¿Has platicado con Alito de cuál sería la postura del PRI o lo ves titubeante?

—No, tan claro como él lo ha dicho: ‘Nosotros vamos a revisarla a fondo, vamos a escuchar a los especialistas, a los expertos, y marcaremos en nuestro tiempo una posición’, pero pues cuando eso ocurra es más que evidente lo que van a decidir.

Es indefendible la iniciativa presidencial, no tiene una sola ventaja. Yo no sé por qué se dejó el Presidente manipular por Manuel Bartlett, porque lo único que hacen es generar una estatización de la generación de energía, un monopolio muy peligroso y en las peores manos.

¿El PRI va a hacer su definición interna, pero va a terminar diciendo que no a la reforma presidencial?

—No hay manera de que se diga que sí cuando se piensa en el beneficio de los mexicanos, no hay manera de ir a favor de esa iniciativa cuando piensas en la salud y en bolsillo de todos.

¿Y si el tricolor dice sí y algunos legisladores votan a favor de esta reforma?

—Yo no creo que eso ocurra.

¿El presidente de la Cámara de Diputados dice que van a convencer a los priistas de que esta reforma es la que necesita México?

—Ni los de Morena están convencidos, es una reforma peligrosa, retrógrada, contaminante, afecta el bolsillo de los mexicanos, afecta el bolsillo de todos.

Es una reforma que ni siquiera contará con el apoyo de los partidos aliados, quiero ver al Partido Verde votando por esta reforma contaminante. Ni siquiera creo que todos los legisladores de Morena ni del Verde, ni del Partido del Trabajo, estén por votarla, menos los del bloque.

¿Consideras que la reforma energética de Enrique Peña Nieto no generó todos los beneficios que se dijeron?

—Podía haber sido mucho mejor, dar mucho mayor certeza, dar mucho mayor apertura, dar mucho mayor fortaleza a la generación de energías limpias.

Se quedó corta, pero iba en el sentido correcto. La que propone el presidente López Obrador es regresiva y destructiva.

Si bien aquella quedó corta, ésta es ir para atrás. Más bien lo que tendríamos que pensar es cómo potenciarla, cómo mejorarla para que se genere certeza total a la inversión, para que la energía se pueda vender, para que los mexicanos podamos comprarle energía a quien la venda más barata, no sometidos solamente a la Comisión Federal de Electricidad y a los costos y tarifas que ellos quieren, ese es el tema que se quedó corto.

Pero es en un sentido hacia la libertad, hacia la competencia, pero lo que está haciendo el Presidente con su propuesta es estatizar y hacernos dependientes cautivos compradores de la Comisión Federal de Electricidad como monopolio en la generación de energía, lo que es peligrosísimo para el país.

¿Se quedó corta pero era mucho mejor la de Peña Nieto que la de López Obrador?

—Se quedó corta, pero iba en el sentido correcto, como van todos los países.

La del [presidente] Andrés Manuel López Obrador va en retroceso, es voltear a los años 70, a la estatización en el monopolio. Los mexicanos quedaremos sometidos a un único proveedor, es peligrosísimo, un modelo que no podemos aceptar.

¿Cómo van las pláticas para posibles alianzas electorales en 2022?

—Apenas estamos iniciando los diálogos en los diferentes estados donde podemos tener interés de los diferentes partidos y poder sumar esfuerzos. Es una parte inicial.

¿Tienen intención de ir en tres, cuatro, cinco, o en los seis estados?

—Apenas están iniciando los diálogos al respecto.

¿Entonces está fuerte la coalición Va por México?

—Hay causas superiores más allá de intereses de partido o de grupo, y ese es .