Tamara, alumna de la Prepa 9 de la UNAM, asistió a su primera clase extramuros, debido a que su escuela está en paro desde noviembre pasado. A las 04:30 horas salió de Tecámac, Estado de México, acompañada por su mamá; 15 minutos antes de las 7:00 horas ya estaban frente al Colegio Latinoamericano, ubicado en Santa María la Ribera, aunque las puertas del plantel abrieron hasta las 07:36 horas.

La adolescente se enteró de que la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) convocó a clases extramuros por la página oficial de la preparatoria; asistió porque no quiere perder el año escolar, pero considera que las exigencias de los estudiantes son legítimas y las autoridades deberían cumplirlas.

“Creo que los motivos por los cuales entramos en paro son muy importantes, no es posible sentirnos inseguras en nuestra propia escuela; sin embargo, hay muchas cosas que como estudiantes no hicimos bien, entonces lo más sano sería levantarlo, a pesar de que las autoridades no han hecho gran cosa, y sobre las clases, no es posible que no puedan solucionar algo en tres meses y tengan que organizar clases extramuros”, dijo.

Magdalena no suele ir a dejar a Tamara a la escuela, porque un autobús de la Universidad la recoge y la lleva hasta la Prepa 9, “pero ahora, con las clases extramuros, no puedo dejar que se venga sola, venimos de lejos, son más de dos horas de camino y lo más preocupante es la inseguridad, ojalá no pierdan el año, pero estoy con ellos para que solucionen sus problemas, algo tienen que hacer con los casos de acoso, sobre todo”.

Gabriela Martínez Miranda, directora de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) número 9 Pedro de Alba, informó que “casi mil 600 alumnos de sexto grado reiniciaron sus actividades académicas; fueron 23 grupos del turno matutino y 18 del vespertino”.

Desde las 06:30 horas, la calle de Naranjo empezó a tener movimiento, autoridades del Colegio Latinoamericano colocaron cartulinas en su entrada, en las que indicaron los requisitos para ingresar a las instalaciones: presentar su credencial de la EPN 9, sin mochilas, alimentos ni bebidas.

Catalina fue la primera en llegar, “con tal de que viniera me mandaron en Uber desde Tecámac”, dice, mientras revisa si trae su credencial.

“Soy neutral, de hecho mis papás me obligaron a venir, pero creo que lo que se pide está bien, no podemos sentirnos inseguros en la escuela, pero también pienso que el diálogo se arruinó y no se respetó la decisión de levantar el paro”, comentó.

María Fernanda quiere estudiar una licenciatura en traducción, teme perder el año escolar y no contar con su pase reglamentado para el nivel superior.

“Nos dijeron que estas clases no son obligatorias, que son más asesorías, pero vine porque tengo miedo de perder el año. Creo que la protesta es algo que tenía que pasar para corregir todo lo que está mal en la escuela, pero ambas partes han cometido errores, que mal que ya se hizo algo político y que no se respete la votación de la comunidad estudiantil”.

Armando González es papá de un alumno de la Prepa 9, esperó que entrara a clases para regresar a casa; con enojo, argumentó que detrás de los jóvenes encapuchados hay un movimiento político que afecta a miles de estudiantes.

En punto de las 7:36 horas, una profesora usó un altavoz para llamar a los alumnos del grupo 601, con credencial en mano, los preparatorianos entraron al plantel educativo, quienes traían mochila eran previamente revisados, seis horas más tarde, los jóvenes concluyeron su primera clase fuera de las instalaciones de la Preparatoria número 9 de la UNAM.

Los próximos días martes y miércoles se sumarán a este esquema extramuros alumnos de cuarto año y quinto año.

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