La desaparición de personas es un grave problema que se requiere entender, para entonces poder crear los mecanismos adecuados que lleven al apoyo de las familias que viven esta situación, consideró Rafael Barrantes, coordinador de los programas sobre personas desaparecidas de la Delegación Regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para México y América Central.
En el marco del Día Internacional de Personas Desaparecidas, que se celebra este 30 de agosto, Barrantes mencionó que para atender el problema no es necesario crear instituciones especializadas, pues en el caso de México ya existe una ley.
“No es una tarea sencilla, es bastante complicada la implementación de la ley general, no existen modelos en el mundo que copiar, hay que ser creativos, pero la ruta ya está trazada”, dijo.
El CICR destacó que el Covid-19 agrega retos y complejidades a la problemática de la desaparición en la región, no sólo relacionada con el manejo apropiado de los restos de las personas fallecidas para evitar nuevas desapariciones, sino también para muchas familias que han visto frenados los procesos de búsqueda debido a las restricciones de movimiento adoptadas en la mayoría de los países y por el recrudecimiento, en muchos casos, de la situación económica.
En el caso de México, comentó Barrantes, apenas inició la pandemia y las autoridades, en particular la Comisión Nacional de Búsqueda, junto con los familiares de desaparecidos, elaboraron una guía sobre cómo continuar la búsqueda durante la crisis.
Si bien al inicio se detuvo debido a que los funcionarios, como todos, tenían que estar en confinamiento en sus hogares, los familiares comenzaron a trabajar en una guía de búsqueda en tiempos del Covid-19.
El trabajo para elaborar la guía fue en coordinación con las autoridades y un punto importante fue lograr que no sea obligatoria la cremación de cadáveres, cuando se trata de personas que han fallecido por el coronavirus y que no son identificadas.
“Los familiares coordinaron pronto eso con las autoridades y lograron que se introdujera dentro de los lineamientos generales de gestión de cadáveres. Se realizó a nivel federal y se señala que no se puede cremar a personas no identificadas y que se debe coordinar con los familiares de los desaparecidos, si es que algunos restos se van a cremar”, dijo.