Los Chapitos y Los Mayos, las facciones más poderosas del Cártel de Sinaloa, se disputan los límites entre Sinaloa y Chihuahua para instalar laboratorios clandestinos de producción de drogas sintéticas y acondicionar áreas de cultivo ilícito de amapola y marihuana.
Un trabajo de seguimiento de la Secretaría de Marina (Semar) a operadores de Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Joaquín Guzmán, hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, y de Ismael El Mayo Zambada, identificó que los grupos antagónicos utilizan la región para elaborar clorhidrato de fentanilo y metanfetaminas, para traficarlos a Estados Unidos, país en crisis por consumo de opioides.
Incluso se detectó que la organización criminal, considerada una amenaza global por la DEA, recluta para sus laboratorios a cocineros provenientes de Michoacán, entidad con importante asentamiento de narcolaboratorios de metanfetaminas en la región de la Tierra Caliente, en la que operan los llamados Cárteles Unidos y células criminales afines al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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Desde hace años, el Cártel de Sinaloa encontró en la Sierra Madre Occidental la orografía perfecta para la siembra de marihuana, amapola y no hace mucho, para el acondicionamiento de laboratorios, en los que manejan precursores químicos, entre ellos fentanilo, bromoetil benceno, cloruro de propionilo, alcohol bencílico, anilina, n-metil formamida y ácido acético glacial, con los que fabrican drogas más potentes y adictivas.
Los cárteles mexicanos, principalmente el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, migraron de las drogas de origen natural a los opioides sintéticos, negocio ilícito que les resulta más rentable en cuanto a la producción, tráfico, distribución y ganancias.
Para elaborar y traficar drogas sintéticas como el fentanilo, los grupos criminales mexicanos no requieren grandes tiempos de espera que representan la siembra y cosecha de los plantíos de amapola y marihuana, sumado al riesgo de erradicación por parte de las Fuerzas Armadas.
Mientras un kilo de marihuana puede producirse en cinco o seis meses y venderse en 50 dólares en México y hasta 160 en Los Ángeles, California, uno de fentanilo tarda dos horas , con un valor aproximado de 5 mil dólares en México y 200 mil en Estados Unidos, según estimaciones del gabinete de seguridad federal.
Ante el incremento en el consumo de drogas sintéticas a nivel mundial, el secretario de Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán, instruyó a personal naval a establecer operaciones de localización, aseguramiento y destrucción de laboratorios y plantíos.
De acuerdo con los resultados de la operación de seguimiento, entre enero y marzo, la Secretaría de Marina desmanteló 34 laboratorios de drogas sintéticas en los límites entre Sinaloa y Chihuahua, en los que se aseguraron 27.6 toneladas de metanfetamina y 98.3 toneladas de sustancias y precursores químicos.
Además, los elementos de la Armada de México destruyeron 112 plantíos, de los cuales, 65 eran de amapola y 47 de marihuana, que representaban un área de 617 mil 273 metros cuadrados y 14 millones 343 mil 654 plantas.
Tan solo en febrero, el personal de la Marina Armada localizó y desmanteló 18 laboratorios clandestinos y 60 plantíos de amapola y marihuana en los estados de Sinaloa y Michoacán.
En diferentes acciones, los elementos navales ubicaron cinco instalaciones de producción de drogas en inmediaciones de la comunidad de La Carbonera; tres en El Melado, El Espinal y Corral Viejo; dos en Los Mayos; cuatro en Corral Viejo y Los Cedritos, y tres en Los Cedritos y La Bacata, en Sinaloa. Además de uno en el poblado de La Bejuquera, en el estado de Michoacán.
Asimismo, marinos adscritos a la Octava Zona Naval, con sede en Topolobampo, Sinaloa, en colaboración con la Fiscalía General de la República (FGR), localizaron en el mismo periodo 60 plantíos (43 de amapola y 17 de marihuana), así como dos secaderos en 397 mil 20 metros cuadrados, lo que equivale a un total de 8 millones 624 mil 331 plantas con un peso aproximado de un millón 981 mil 440.5 kilogramos que fueron erradicados en Sinaloa.
En 2021, el gobierno federal, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), incorporó 14 nuevas sustancias químicas de uso dual a la lista de precursores químicos controlados, con el objetivo de que no sean utilizadas por los cárteles para crear drogas sintéticas como el fentanilo, entre ellos, piperidina y sales, cianuro de sodio, estireno, alcohol etílico sin desnaturalizar, hexano heptano, amoniaco anhídrido y carbonato de sodio.