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La violencia docente, que se presenta en la mayoría de los casos como acoso y hostigamiento sexual, es un problema que persiste y afecta a una gran parte de la población estudiantil en México, particularmente a las mujeres, advirtió el Senado.
Para atender esta problemática, la Cámara Alta pidió a los 32 congresos estatales revisar y, en su caso, armonizar su legislación para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia en el ámbito docente, especialmente el acoso y hostigamiento contra estudiantes, dentro y fuera de las instalaciones educativas.
La priista Verónica Martínez García recordó que, en 2019, en México se llevó a cabo un movimiento de denuncia anónima, denominado #MeToo, para casos de acoso y violencia contra las mujeres, que tuvo un impacto en el ámbito académico, ya que en menos de un mes se recibieron denuncias en contra de 349 personas, de las cuales 36 pertenecían al nivel medio superior y 313 a universidades, lo que evidenció que los canales formales e institucionales de denuncia no están sirviendo, además de que las instituciones de educación no cuentan con protocolos que orienten a las estudiantes sobre cómo presentar una denuncia.
Por ello, el dictamen aprobado pide a los congresos estatales incluir, en su caso, la creación de unidades de género en las diversas entidades de educación pública, con protocolos y personal especializado en la atención de este tipo de delitos, con el fin de atender y abatir el fenómeno del hostigamiento y acoso en contra de las y los estudiantes.
El dictamen destaca que el acoso escolar se caracteriza por actos premeditados para provocar un daño, que se repiten y prolongan durante un tiempo, con un desequilibrio y desigualdad de fuerzas entre la persona agresora y la víctima, y que generalmente ocurren frente a otros compañeros, espectadores o cómplices que legitiman el comportamiento de la persona agresora. Señala que se trata de una problemática que afecta más a las mujeres, pues, de acuerdo con el Inegi, 25.3% del total de mujeres de 15 años o más que asistieron a la escuela alguna vez en su vida sufrieron algún acto de violencia.
La UNESCO reportó que niñas y adolescentes tienen más probabilidades de sufrir ciberacoso respecto a los niños.
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