Las colectivas feministas lanzaron la convocatoria en redes sociales la semana pasada para que un día después de las marchas del 8 de marzo, por el Día Internacional de la Mujer, las mexicanas dejaran de realizar todas sus actividades laborales y económicas para demostrar su relevancia en la sociedad.
Sin embargo, algunas no pudieron cumplir con esto al verse imposibilitadas para abandonar su empleo o su supuesta desaparición no fue tan evidente porque por la epidemia de Covid-19 las ha tenido encerradas desde 2020.
En la Ciudad de México, la presencia de ellas se hizo patente desde temprano. En el Metro se les veía en plena hora pico, corriendo para llegar puntuales a sus labores. Muchas portaban un cubreboca o cualquier otra prenda color morado, el tono que se podía utilizar en caso de que alguien no pudiera participar en la iniciativa #UnDíaSinNosotras.
El Centro Histórico de la capital del país fue uno de los primeros lugares donde ellas hicieron acto de presencia, principalmente atendiendo negocios de zapatos, ropa, joyas, heladerías, restaurantes, cafeterías, ópticas, papelerías, librerías y ferreterías, entre otros.
También caminaban en el Zócalo, el lugar donde una tarde antes se manifestaron para recordarle a las autoridades que tienen una deuda pendiente con ellas, que aún las están matando y desapareciendo, que no pueden salir de su hogar sin sentir miedo.
La iniciativa #UnDíaSinNosotras fue lanzada por primera vez en 2020 y lo hizo la asociación Las Brujas del Mar. El llamado fue atendido por miles de mexicanas que no trabajaron ni realizaron un movimiento económico, dejando en evidencia su importancia al calcularse una pérdida de 30 mil millones de pesos sólo por no tenerlas activas un día.
Aunque el año pasado el movimiento fue un éxito, en esta ocasión las condiciones fueron diferentes. El coronavirus se ha ensañado con las mujeres, les ha quitado más empleos y ha generado una sobrecarga de trabajo para ellas porque, durante el confinamiento, han tenido que lidiar con labores domésticas y de su trabajo.
“Nosotras no estábamos muy seguras de lanzar la convocatoria por todo el tema de la pandemia, en nuestra organización ya llevamos encerradas más de un año, otras hemos perdido nuestro trabajo y eso nos tenía un poco desalentadas”, dijo Arussi Unda, vocera del colectivo Las Brujas del Mar.