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nacion@eluniversal.com.mx
El senador Pedro Haces Barba, impulsor de la nueva reforma laboral, señala que los cambios a la Constitución en la materia no tienen dedicatoria para nadie ni es con la intención de que Morena controle los sindicatos en México, como en algún momento lo hizo el PRI.
Rechaza, en entrevista con EL UNIVERSAL, que la reforma laboral se haya hecho con prisas ni hostigamientos, y mucho menos para que el gobierno intervenga en la renovación de los líderes, puesto que garantiza la autonomía y democracia sindical.
El líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) afirma que la reforma beneficia a los empresarios y les da su lugar, pues con ella ya no se van a poder firmar contratos de protección “en lo oscurito”.
Comenta, sin mencionar al PRI, que los detractores de la reforma son quienes no quieren dejar sus sillas de poder y le apuestan a que México no crezca, “pero hoy ya son minoría”.
¿Por qué una reforma laboral?
—Teníamos muchos años con las mismas leyes. Ha sido un proceso importante e histórico para México, hoy nadie se puede quejar, todos deben estar contentos porque dimos un paso trascendente a la democracia sindical. Hoy se da un paso a la libertad, pero no al libertinaje.
Al empresariado se le consideró por ser el motor de la economía. Ya no se podrán firmar contratos de protección en lo oscurito, como sucedía en el pasado. Hoy el empresario ya no le dará dinero al líder sindical para concluir contratos colectivos de trabajo.
Ahora la vamos a discutir en el Senado, sin prisas ni hostigamientos, y con eso demostramos que no hay presión de Estados Unidos. México es un país libre y soberano, pero tenemos que cumplir con el T-MEC, como han cumplido los otros dos países.
¿Qué es novedoso en la reforma?
—Las Juntas de Conciliación y Arbitraje van a pasar al Poder Judicial, porque una junta, más allá de conciliar, juzga quién tiene la razón, y con eso avanzamos en tres temas: los funcionarios de Conciliación ya van a poder ser juzgados si tienen un contubernio con todos los coyotes, lo que le cuesta el doble al empresario.
Segunda, ya no habrá membretes de sindicatos sin gente, como los hay en las Juntas Locales.
Tercero, se regula el outsourcing, el cual no permite que el trabajador tenga antigüedad, pues cada tres años cambian de razón social, además de que evaden al fisco, al Seguro Social, Infonavit y amuelan al trabajador.
Vamos por un sindicalismo que beneficie al empresario, que permita transparentar las cuotas de los trabajadores a sus sindicatos.
No se tocó el artículo 372 de la Ley Federal del Trabajo, por lo que los extranjeros no podrán entrar a las directivas de los sindicatos.
Hay quienes dicen que se vulnera la autonomía de los sindicatos...
—No es así. Quienes están muy preocupados es porque le temen al cambio. México quiere un cambio laboral y con esta reforma se va a lograr.
Esta reforma tiene equidad, no están recargados los dados a un lado u otro. Es una reforma con la que ya no se les puede asaltar a los empresarios, patear a la gallina de los huevos de oro. Rechazo totalmente cómo se hicieron las cosas en Matamoros, la huelga es un instrumento que nos da la Constitución, pero es lo último que se tiene que utilizar.
¿Hay candados para evitar que los gobiernos puedan intervenir en la vida sindical?
—El punto neurálgico de esta reforma es la libertad de poder elegir y votar libremente, ya no va a haber imposiciones. Nadie va a poder intervenir, ni empresarios ni autoridad gubernamental, se va dar la verdadera libertad sindical con autonomía, ya se terminó el compadrazgo.
¿Ya no habrá líderes vitalicios con esta reforma?
—Así es. Habrá reelección. En mi caso, yo voy a cumplir con mi periodo y que venga otro. Los cargos son cíclicos, no te pueden quedar postrado en una silla 50 años, te ves mal. Es tiempo de abrir paso a los jóvenes.
¿Los líderes ya no podrán comprar los votos ni dar dádivas a sus agremiados para votar por ellos?
—Siempre hay un roto para un descosido, pero tenemos que tener conciencia y ser auténticos. Nosotros tenemos que acabar con la corrupción en el sindicalismo.
¿Es verdad que esta reforma le da a Morena el control del sindicalismo en México?
—Se ha dicho mucho que CATEM es del Presidente o que es de Morena, López Obrador no tiene sindicatos ni partidos, no tiene favoritismos. La CATEM es autónoma y no es de Morena, porque dentro del organismo hay legisladores que son del PAN, del Verde Ecologista y de Morena, pero los trabajadores tienen el derecho de pensar, creer, discernir y votar, aquí se respeta credo, pensamiento político, ese es el verdadero sindicalismo.
¿La reforma laboral tiene dedicatorias?
—Esta reforma está dedicada a México, al progreso. a los empresarios, a los trabajadores, porque se busca que la riqueza se reparta.
Hay voces en Morena que dicen que no se atiende el outsourcing...
—Coincido con ellos, algunos fueron el PT, fueron diputados, porque se debe acabar con la subcontratación, pero aquí entran dos instancias, la hacendaria y la laboral.
Ahora vamos a hacer un señalamiento al procurador fiscal de todas las empresas que no cumplen, para que se acabe el huachicoleo financiero. Posteriormente, va a venir un tema especial sobre el outsourcing en el Senado, se va a poner interesante.
¿Podemos decir que no es la reforma laboral de Morena?
—Es de los mexicanos, porque traemos un retraso de muchos años.
¿Es la reforma de Pedro Haces?
—No, Pedro Haces es un dirigente obrero que busca la modernidad.
¿Es la reforma de Napoleón Gómez Urrutia?
—No, no creo.
¿Se acabó la corrupción en los sindicatos?
—Se va a acabar totalmente.
¿Se acaba el charrismo con esta reforma laboral?
—Se termina una época que tanto daño le hizo a México y viene otra en la que hay responsabilidad laboral, que traerá certidumbre y paz, sin amenazas a los empresarios.