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Ni el retorno al Senado del excoordinador de Morena Ricardo Monreal Ávila fue suficiente para que el pleno lograra designar a la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de entre las tres candidatas que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador para ocupar la vacante que dejó con su renuncia Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Fue una larga jornada en la que desde el principio se veía cuesta arriba la misión de convencer al menos a seis opositores para que apoyaran a alguna de las aspirantes, reprobadas y descalificadas por el bloque de contención desde el 15 de noviembre, cuando se conoció la terna, por su “cercanía y subordinación” al Presidente.
Las ausencias también pesaron en contra de la propuesta oficial, pues varios senadores de Morena y de otras fracciones no asistieron a la sesión por diversos motivos, y al menos cuatro de ellos participan en la Green Economy Summit, que se lleva a cabo en Dubái.
La falta de algunos opositores pareció en algún momento ayudar a la consecución de los ansiados votos de la mayoría calificada, como el caso del coordinador nacional de MC, Dante Delgado, quien de acuerdo a la versión oficial, no asistió debido a que viajó a Monterrey, Nuevo León, para tratar de ayudar a destrabar el conflicto por la designación del gobernador interino, a partir del 2 de diciembre, cuando Samuel García dejará la gubernatura para hacer campaña como candidato presidencial del partido naranja.
Algunos senadores como Alejandra Lagunes no estaban en la votación para aprobar el dictamen de idoneidad de la terna, por lo que la mandaron traer para la votación de las candidatas.
En la sesión, las partes mantuvieron su postura de no ceder, pues mientras la oposición reiteró que no pasaría ninguna de las tres aspirantes, el bloque oficial defendió las nominaciones con el argumento de que tener filiación política y haber sido funcionarias públicas no las descalifica, pues hay innumerables ejemplos de ministros de la Corte con esos antecedentes.
Al mediodía se veía al senador Monreal Ávila ir y venir de su oficina al salón de sesiones tratando de amarrar algunos votos opositores, pero estos no caían.
En tribuna pidió a las bancadas de oposición que “no permitieran que el Senado incumpliera con su responsabilidad de nombrar a la ministra y que en su lugar lo hiciera el Presidente de la República”, pero sus palabras hallaron oídos sordos.
Luego de las comparecencias de Bertha Alcalde Luján, Lenia Batres Guadarrama y Estela Ríos González, la bancada de Morena solicitó un receso para buscar los acuerdos necesarios que impidieran la devolución de la terna.
En reunión privada, el grupo mayoritario votó para impulsar a una sola candidata y facilitar la negociación con las otras fracciones.
Esa votación fue ampliamente ganada por Alcalde Luján, lo que significó una derrota para el ala dura de Morena, que encabeza César Cravioto y que impulsaba a Batres Guadarrama.
Así, la bancada guinda y sus aliados acordaron respaldar la candidatura de la hermana de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, y así presentarla a algunos opositores para lograr su apoyo, lo que también fracasó.
No sólo fue la oposición la que dijo “no” a Bertha Alcalde, sino también algunos senadores de Morena y sus satélites que votaron divididos, pues tanto Batres como Ríos tuvieron el apoyo de unos cuantos legisladores.
Abortado el intento, el coordinador de Morena, Eduardo Ramírez, se pronunció por que “el Jefe del Ejecutivo incluya en la segunda terna a la fiscal de justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, quien tiene todas las credenciales”, dijo.