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La bancada de Morena en el Senado, de última hora y fuera de la convocatoria, y el grupo del PES eligieron a la senadora Mónica Fernández Balboa para relevar a Martí Batres en la presidencia de la Cámara Alta para el periodo que inicia el próximo 1 de septiembre.
Esta decisión fracturó la unidad en la mayoría parlamentaria que encabeza Morena, pues provocó que Batres Guadarrama estallara en contra del coordinador de su grupo parlamentario, Ricardo Monreal, a quien acusó de ensuciar el proceso y de que hubo “cañonazos”, sin especificar este término.
En respuesta, Ricardo Monreal hizo un llamado a la unidad y calificó de injusta la reacción de Batres. “En política las decisiones que se toman suscitan controversia y hasta polarización”, afirmó.
Así, los senadores de Morena emitieron 29 votos por la reelección de la actual Mesa Directiva, presidida por Martí Batres, y 33 votos por una nueva instancia. Hubo dos votos nulos.
La senadora tabasqueña Mónica Fernández Balboa informó a los periodistas que en la fase del proceso interno de elección del nuevo órgano de gobierno recibió el apoyo unánime de sus compañeros.
Rechazó que su elección se deba a un mal trabajo de Martí Batres: “De ninguna manera, en la Mesa Directiva hemos hecho muy buen trabajo, y digo hemos, porque he sido parte como vicepresidenta y los resultados están a la vista”.
Fue entonces que el senador Batres Guadarrama denunció el proceso interno como “irregular, inequitativo, lleno de trampas, ilegal y fraudulento, conducido por Ricardo Monreal Ávila”.
Emplazó a que el zacatecano renuncie a la coordinación del grupo y deje el lugar a una mujer, en coherencia con la igualdad de género con la que buscó desplazarlo de la presidencia del Senado.
Dijo que Ricardo Monreal “se ha exhibido, por desgracia, y me da pena ajena decirlo, como un político acomplejado, que no puede sobresalir si yo me encuentro al frente de la Mesa Directiva”.
En su lista de cargos contra Monreal, el actual presidente del Senado dijo: “Él se encargó de hablar con cada senador de Morena para presionar, amenazar, con el objetivo de bloquearme el apoyo de los compañeros”. Reveló que “hablaba conmigo y me decía: ‘Yo no me voy a meter, tú vas muy bien, tú estás muy bien, tú has hecho un gran papel’. Apenas me daba la vuelta y me clavaba un puñal en la espalda, hablando con cada uno para decirles que no me apoyaran”.
Momentos después, Monreal Ávila dirigió un mensaje a los periodistas, acompañado por 45 senadores, y aseguró que en su bancada “habrá una gran unidad”.
Llamó a Batres a que “se incorpore con nosotros” y dijo que “le tenemos respeto, aprecio, y todo el grupo parlamentario le reconoce su trabajo”. Por prudencia, dijo, no contestaría las acusaciones en su contra del aún presidente del Senado.
“Estamos haciendo un llamado a la concordia, a la conciliación, a mantenernos unidos, porque la Cuarta Transformación y el cambio de régimen nos necesitan”.
A las 9:00 horas se abrió la votación en urna transparente, ante notario público. Al llegar a votar, casi a las 12:00 horas, último momento para acceder a la sala, Ricardo Monreal dijo que el grupo “va a salir muy fortalecido, muy cohesionado, muy unido”.
Abren frente en Morena. Esta situación también abrió un frente en Morena. El senador suplente Alejandro Rojas Díaz Durán exigió a Martí Batres probar sus acusaciones de que hubo “cañonazos” a legisladores morenistas y aliados para que no apoyaran su reelección como presidente de la Mesa Directiva del Senado. “Me parecen un exceso las acusaciones a sus mismos compañeros de bancada, los ofende al asegurar que fueron comprados, cosa que no podrá probar porque no es cierta, y es otro exceso que acuse de eso al senador Ricardo Monreal, cuando lo único que ha recibido de su parte es apoyo y respaldo”, dijo.
La presidenta en funciones, Yeidckol Polevsnky, calificó de vergonzoso el proceso en el que se evitó la reelección de Martí Batres.