La bancada del PT en el Senado propone que de manera obligatoria la legislación imponga a las instituciones de educación superior establezcan protocolos para garantizar y proteger los derechos de mujeres víctimas de acoso sexual.

La senadora Cora Cecilia Pinedo dijo que los protocolos universitarios que en la actualidad existen en el país, han sido creados a partir de redes de solidaridad entre víctimas.

Esto significa, dijo la legisladora por Nayarit, que el Estado se mantiene al margen de acciones necesarias para garantizar la seguridad y los derechos de las estudiantes universitarias.

Por ello, lamentó que los avances institucionales para erradicar la violencia de género sean mínimo, y alentó a que el poder Legislativo federal fortalezca la legislación con dicho propósito.

La obligatoriedad de aplicar protocolos antiacoso sexual debe regir para las instituciones de educación superior públicas, como privadas, y deben ser diseñadas con mecanismos para prevenir, combatir y erradicar estas formas de violencia, incluso el hostigamiento sexual.

El proyecto de reforma de la la bancada del PT plantea que dichos protocolos antiacos sexual sean registrados ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) y avalados por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

La senadora Cora Cecilia Pinedo Alonso explicó que el Inmujeres deberá emitir los l ineamientos y criterios mínimos, con base en los estándares y mejores prácticas internacionales.

Para ello se proponen reformas al artículo 15 Bis de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y la iniciativa respectiva fue turnada para su dictamen a las comisiones para la Igualdad de Género; y de Estudios Legislativos Segunda.

Pinedo Alonso refirió que el proyecto es una iniciaitva conjunta en la que se suman las senadoras Geovanna Bañuelos, Nancy de la Sierra, Alejandra León, así como los senadores Joel Padilla y Miguel A. Lucero.

Con su propuesta acusan que " es necesario establecer instrumentos de prevención del acoso sexual y sus sanciones en las escuelas".

Como ejemplo de esa realidad oculta, Pinedo Alonso, dijo que el movimiento #MeToo iniciado en Estados Unidos y replicado en México, reveló casos de acoso sexual sufrido por mujeres en diferentes ámbitos de la vida.

Recordó la difusión que tuvo el hashtag #MeTooEscritoresMexicanos, del cual se desprendieron plataformas de denuncia en los gremios periodístico, cinematográfico, político, docente o académico y el activismo.

"Surgieron cuentas relacionadas con distintas universidades, creadas por las propias alumnas o ex alumnas, para invitar a sus compañeras a denunciar casos de acoso sexual y, sobre todo, para presionar a sus universidades para tomar las medidas necesarias a fin de prevenir, combatir y erradicar el acoso sexual de las instituciones de educación superior”,

señaló.

Refirió que un estudio realizado en 40 universidades mexicanas, el Observatorio Nacional Para la Igualdad de Género en las Instituciones de Educación Superior (ONIGIES), documento que son mínimos los avances institucionales para erradicar la violencia de género .

Estableció la postura de la bancada del Partido del Trabajo, en el sentido de que " es necesario que el Estado intervenga para que se establezca la obligatoriedad de las instituciones de educación superior de contar con estos protocolos apegados a los estándares y mejores prácticas internacionales, y que, efectivamente, prevengan y erradiquen estas prácticas".

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