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La plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez, vuelve a llenarse de decenas de migrantes haitianos y venezolanos, a unos metros de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), luego de que cerró este mes el albergue habilitado en Tláhuac para quienes pernoctaban ahí.
Como antes, la plaza carece de lo indispensable para acampar, como baños, agua y techo, pero los migrantes buscan dónde refugiarse para después continuar su viaje a la frontera norte. Algunos improvisaron anafres, trastos e ingredientes para alimentarse al menos el día de ayer con pasta, jitomate y cebolla.
Las bardas de la plaza se acondicionaron para colgar la ropa de niños y adultos, mientras las casas de campaña se acomodaron alrededor del espacio, donde se protegen del frío y la lluvia.
Allí, en medio del desconcierto, esperan ayuda.
Héctor Cardona y su familia salieron de Venezuela el 25 de abril en busca de mejores condiciones de vida.
“A veces hacíamos una sola comida en el día, por el alto costo”, recuerda Karely, tía de Héctor.
Cardona era militar en su país, pero lo obligaron a salir la represión política, la corrupción y un salario de ocho dólares al mes, que equivale a 139 pesos mexicanos, lo que no alcanzaba para cubrir la canasta básica. Héctor sufrió persecución por protestar, ya que uno de sus tíos fue detenido y huyó a Colombia.
Las condiciones de vida empeoraron para Cardona y su familia, por lo que decidieron emprender el viaje, cuyo objetivo es Canadá. Sin embargo, en el trayecto una persona se ofreció a retirarles su dinero y nunca regresó, robando sus ahorros que sumaban 450 dólares. Ahora busca trabajo para juntar dinero y continuar hacia Chihuahua con cinco miembros de su familia, entre mujeres y niños.
“Nos robaron los sueños, el futuro, el presente, la libertad de expresión, de marchar”, esgrime como una de tantas razones para dejar Venezuela.
Por su parte, Francois, inmigrante haitiano, junto a su esposa e hija ha recorrido 12 países. Llevan viajando un mes y cinco días, a fin de encontrar mejores condiciones de vida. Mientras lo logran, descansan en la plaza Giordano Bruno.