Áurea Domínguez es una de las mexicanas que se trasladó al sur de con su hijo gracias al apoyo de la embajada, que los “mantiene asesorados”; sin embargo, su esposo “se quedó, porque es cuestión de patriotismo”.

De 39 años, vive desde hace casi ocho en Kiev y fue una de las connacionales que el miércoles 16 de febrero se desplazó al sur del país, ante el aumento de la tensión con Rusia. Antes había comentado a EL UNIVERSAL que en la nación “el ambiente se siente un poco tranquilo; sin embargo, reina la incertidumbre”.

Recordó a este medio que la embajada “nos había estado enviando correos electrónicos y también por un grupo de Whats- App que se tiene nos habían estado dando seguimiento a la información. El día 14 nos comunicaron que había muchas solicitudes de connacionales y, como medida de acción en protección preventiva que efectúa el gobierno de México, decidieron dar el apoyo y asesoramiento para que pudiéramos ser desplazados fuera de la capital ucraniana”.

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El día del movimiento al sur, el 16 de febrero, la embajada mexicana los citó desde temprano, a las “7: 30 de la mañana, en la calle Lastra, número 58”.

En el trayecto, “la embajadora [Olga García Guillén] se comunicaba cada dos o tres horas para estar al pendiente de cómo íbamos, si había algún detalle que pudieran checar o recomendar al chofer, pero no, todo bien”.

Áurea está agradecida con la embajada: “Aquí está a cargo el señor Roberto Rodríguez y la verdad está al pendiente de todos y nos mantiene actualizados con alguna información”.

Detalló que los trasladaron a Ivano-Frankivsk, donde les brindarán el apoyo hasta por siete días, al menos, “en principio”. Después de ese lapso, dependiendo de lo que ocurra, hay la opción de regresar a Kiev, lo que “corre a cuenta de la embajada”.

Áurea trabajaba en un call center desde hace más de medio año, donde le dieron la oportunidad de laborar en Moldavia, pero, “aunque pueda comunicarme con la embajada, para mayor seguridad mía y de mi familia es mejor estar aquí”.

Para su hijo, afirmó, “temporalmente le dieron un permiso de siete días (...) en la escuela, se ha entregado la documentación y con apoyo de la embajada, no hay inconveniente”. Pese al movimiento, a él “lo veo tranquilo”.

Comentó que “hay gente de otros países… Ecuador, Colombia, Suiza, a los que las embajadas igual están pidiendo evacuar la capital, a ellos no les estaban dando el apoyo”, pero “ya sé que están en proceso”.

Sobre su esposo, quien no viajó con ellos, indicó que en su “trabajo está un poco todo normal (...) Cualquier cosa tenemos su respaldo porque está consciente de la situación”.

Áurea había comentado que “en casi los ocho años que tenemos acá se ha mantenido la calma, sí hay la polémica de que la situación va a avanzar a mayor, pero no, se ha mantenido. Esperemos que eso se resuelva en bien de todo”, señaló.

Luego del traslado, está con su hijo en una habitación de hotel, donde la embajada “nos mantiene actualizados” con lo que ocurra en Ucrania.


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