El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo al fiscal General de Estados Unidos, William Barr, que México trabaja sobre el principio de cooperación y no intervención.
López Obrador recibió ayer a Barr en Palacio Nacional, en donde manifestó la necesidad de que ambas naciones trabajen en conjunto.
El encuentro se dio en el marco de la reciente declaración que hiciera el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre su intención de declarar como organizaciones terroristas a cárteles mexicanos.
“Como abogado, comprende con exactitud que nuestra Constitución nos obliga a ceñirnos a los principios de cooperación para el desarrollo y a la no intervención en materia de política exterior. De este modo siempre podremos trabajar juntos”, escribió el Mandatario federal en sus redes sociales.
En entrevista posterior, Andrés Manuel López Obrador señaló que el encuentro se dio en buenos términos. Rehusó dar mayores detalles.
Durante el encuentro en Palacio Nacional, el Presidente de la República estuvo acompañado por los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; de Marina, Rafael Ojeda Durán; de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, así como el consejero jurídico de Presidencia, Julio Scherer Ibarra.
Por parte del gobierno de Estados Unidos asistieron el embajador en México, Christopher Landau, y el jefe de gabinete de la Fiscalía General, Brian Rabbitt.
Antes de ir a Palacio Nacional, el fiscal General de Estados Unidos acudió a la Fiscalía General de la República (FGR), en donde tuvo un encuentro con Alejandro Gertz Manero. De acuerdo con fuentes diplomáticas, se hizo una revisión sobre el caso del asesinato de nueve integrantes de la familia LeBarón y Langford.
De la FGR salió en medio de un convoy de seis camionetas blindadas y motociclistas de seguridad de la Ciudad de México, para dirigirse a Palacio Nacional. Al concluir la reunión en el viejo palacio, se dirigió a la Secretaría de Relaciones Exteriores, que se ubica sobre avenida Juárez, en el centro de la capital del país.
El equipo estadounidense llegó primero e ingresó al inmueble a las 13:50 horas. Unos cuatro minutos después llegó el convoy en donde se trasladaron el canciller Marcelo Ebrard y funcionarios de seguridad.
Ya en Relaciones Exteriores, los equipos de ambas naciones acordaron fortalecer el Grupo de Alto Nivel de Seguridad México-Estados Unidos (Ganseg), que fue integrado el pasado 27 de agosto con el objetivo de combatir la delincuencia organizada y al crimen que opera de forma transfronteriza.
Este mecanismo —que es copresidido por el canciller Ebrard y el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, por la parte mexicana, y por Estados Unidos, el embajador Landau— permite tomar decisiones rápidas en la materia y lograr que no se obstaculice la cooperación operativa entre las instituciones de seguridad de las dos naciones.
A través de un comunicado, Relaciones Exteriores difundió que durante el encuentro se conversó sobre cooperación en materia de tráfico de armas, lavado de dinero, trasiego internacional de drogas y cómo hacer frente en conjunto al crimen internacional.
Ya para concluir su gira por la Ciudad de México, William Barr hizo un recorrido por la Basílica de Guadalupe.
Acompañado por el embajador estadounidense, Christopher Landau, el abogado de la nación estadounidense llegó hasta el recinto también conocido como La Villa, en donde se le organizó un recorrido privado.
Fueron recibidos por monseñor Raymundo Maye y por el rector de la Basílica, monseñor Salvador Martínez. Barr y Landau firmaron el libro de huéspedes distinguidos.
Al fiscal estadounidense le fue mostrado el retablo de la Virgen de Guadalupe, en donde colocó una ofrenda floral.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos difundió un comunicado en el que señaló que durante el encuentro de Barr con autoridades mexicanas, se agradeció por la detención de sospechosos de participar en el asesinato de nueve integrantes de la familia LeBarón.
Además, expuso que es necesario ir tras redes financieras ilícitas que utiliza la delincuencia. Manifestó la importancia de desmantelar el flujo ilegal de dinero, armas y drogas, así como el combate a la corrupción y el fortalecimiento de la cooperación para llevar a los criminales ante la justicia.
Añadió que Barr y sus contrapartes del gobierno de México dialogaron sobre una amplia gama de temas, incluyendo su compromiso compartido de proteger la seguridad de los ciudadanos, tanto en Estados Unidos como en México, de las organizaciones del crimen transnacional.
“También dialogaron sobre cómo nuestros países trabajan juntos en el combate al tráfico de drogas, armas y seres humanos”, indicó.