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Pese a que este sexenio se brindó al sector de los jóvenes atención prioritaria con programas sociales, México ocupa el tercer lugar de países que integran la OCDE con el mayor porcentaje de personas entre 15 a 29 años que ni estudia ni trabaja (ninis).
En México, 20% de los jóvenes de 15 a 29 años de edad no estudian ni trabajan cuando el promedio en la organización es de 12.5%. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que los muchachos que no están empleados ni estudiando ni recibiendo formación corren el riesgo de quedar socialmente excluidos.
“Son personas con ingresos por debajo del umbral de pobreza y que carecen de las habilidades para mejorar su situación económica”, advierte.
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La OCDE destaca que reducir a este sector de la población que no estudia ni trabaja “representa un desafío particularmente importante en todos los países, porque aquellos que se convierten en ninis se enfrentan a peores resultados en el mercado laboral más adelante en la vida que sus pares que permanecieron en la educación o formación a esta edad”.
Desde 2019, el país se ha mantenido entre los primeros sitios con el mayor porcentaje de jóvenes entre los 15 a 29 años que no estudian ni trabajan, según la OCDE, por encima de 12.5% que es la media.
De acuerdo con un ranking de la OCDE, México se encuentra en el tercer sitio de jóvenes de 15 a 29 años que no estudian ni trabajan, antecedido por Turquía, con 27.93% e Italia, con 22.93%. Le siguen España con 16.48%; Grecia, 16.01%; Estados Unidos, 14.46%; Suiza, 13.62% y Francia con 13.42%.
Para contrarrestar esa situación, en 2019 la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) creó el programa Jóvenes Construyendo el Futuro para revertir esas cifras, que en este sexenio ha abarcado a 2 millones 973 mil 449 jóvenes de entre 18 a 29 años, quienes reciben una beca mensual de 7 mil 572 pesos.
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Para el experto en educación Juan Alfonso Mejía, los resultados que ofrece la OCDE sobre los jóvenes de 5 años a 29 años tienen que ver con la formación deficiente que fueron teniendo muchos de nuestros alumnos desde la educación básica.
Comenta que en la bibliografía internacional está comprobado que el apoyo directo o las transferencias económicas no son suficientes si no viene acompañado con un programa de formación.
Aquí es muy importante asumir cuál ha sido este programa de apoyo a las formaciones que han recibido los jóvenes y evaluarlo conforme a estos resultados. Estamos viendo que a las personas que son parte del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, se les da cierto tipo de empleos pero no necesariamente un acompañamiento con respecto a habilidades que necesitan para integrarse de manera más cualitativa al mercado laboral, expone el exsecretario de Educación de Sinaloa.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Juan Alfonso Mejía asegura que recibir una beca de este tipo no es suficiente para que un joven se integre al mercado laboral de manera competitiva ni tampoco es garantía de que se tenga la mejor formación y se abandonen las aulas.
Marco Fernández, coordinador de Anticorrupción y Educación de la organización civil México Evalúa e investigador en la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, comenta que el país enfrenta un problema serio porque a los jóvenes no se les está brindando el tener una formación adecuada que les permita tener trayectorias educativas completas.
“Cuando salen, muchos de ellos no consiguen trabajo porque vienen con limitaciones serias en sus desarrollos de habilidades y aprendizajes. Si no nos tomamos en serio el hecho de multiplicar las oportunidades educativas y que éstas realmente sean de excelencia, pertinentes para la transformación de la vida de los jóvenes, va a estar todavía peor la situación”, afirma.