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Si bien es importante que México participe en al menos 18 proyectos internacionales para surtirse de una vacuna contra el nuevo coronavirus y que ésta se apruebe a finales de 2020, el acceso a la dosis en la población nacional sería hasta el primer trimestre del próximo año o incluso hasta el primer semestre, coincidieron especialistas.
Agregaron que la vacunación de inmunidad no podrá ser universal al inicio y que se tendrá que priorizar a personal de salud y población de riesgo.
Hasta el momento, Marcelo Ebrard Casaubon, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ha anunciado que el gobierno federal está en pláticas con países como China, Inglaterra, Francia, Italia, Rusia, Alemania y Estados Unidos, con el objetivo de acceder a 18 diferentes proyectos de vacuna contra el coronavirus.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Malaquías López Cervantes, académico de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, celebró el trabajo que se realiza desde Cancillería para que el país esté incluido en la creación de una vacuna; sin embargo, enfatizó que no garantiza un acceso y mucho menos una cobertura universal.
“Este tipo de proyectos no los hacen los gobiernos, en su mayoría proceden de iniciativas académicas en conjunto con la iniciativa privada.
“Está bien que la SRE busque participación y que en cuanto salga una vacuna México sea considerado para obtener dosis; abre la posibilidad al acceso, pero no lo garantiza, menos si se habla de la cobertura universal, pues somos 120 millones de habitantes, no habrá manera de que se nos den todas”, dijo.
En coincidencia, Alejandro Macías, infectólogo excomisionado para la atención de la influenza en 2009 y actual integrante de la comisión de la UNAM para la atención del coronavirus, mencionó que si bien la mayor esperanza, hasta ahora, se encuentra en la vacuna generada por la Universidad de Oxford con AstraZeneca, en caso de ser aprobada, no significa que de un día a otro se aplique en la sociedad, sino que deberá seguir un proceso de producción.
“Está muy bien que desde Cancillería se hagan convenios, que se busque la manera de garantizar un acceso oportuno a la vacuna, pero no hay garantía de que se otorguen las dosis requeridas para todo el país.
“Además, en cuanto se obtenga la vacuna, los siguientes pasos consistirán en la producción y distribución, las autoridades sanitarias deberán establecer los esquemas de vacunación; es decir, puede que la aplicación de la vacuna ocurra hasta la mitad del próximo año”, comentó.
Ambos especialistas coincidieron en que la vacuna más avanzada o en la que más esperanza hay es en la que produce AstraZeneca en conjunto con la Universidad de Oxford; sin embargo, dijeron, no está de más que la SRE siga creando puentes con otros países.
“Los convenios con AstraZeneca son definitivamente alentadores, pero hay que pensar con la cabeza fría, no confiarse en que será la vacuna, por eso es bueno que la SRE siga creando puentes con otros países, con otras iniciativas”, comentó Alejandro Macías.
Además de estas iniciativas, México participa con cuatro proyectos en la Coalición para las Innovaciones de Preparación para epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés) con el objetivo de obtener uno de los tres financiamientos que se destinarán para elaborar una vacuna.
A su vez, Sergio Valentinotti, director de Ciencias de la Vida de Liomont, farmacéutica nacional que se encargará de envasar la vacuna producida por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, indicó que si en noviembre los resultados de los estudios de la inmunización son positivos, de manera inmediata comenzarán con la producción, por lo que en 2021 se prevé envasar hasta 250 millones de dosis de la vacuna.
“En 2021 esperamos hacer 250 millones de dosis. Habría un proceso de inicio en el que habrá un poco menos, porque empezaremos la sincronización y después trabajaremos a máxima capacidad, pero contemplamos una producción mensual de 20 millones 800 mil vacunas”.
Sobre la cobertura universal, los especialistas consideraron que será difícil que se cubra a los 120 millones de habitantes en México, por lo que los esquemas de vacunación deberán priorizar al personal médico y a la población de riesgo.
“Aunque la vacuna de AstraZeneca se apruebe y la nacional Liomont envase 250 millones de dosis para 2021, debe quedar claro que no todas las vacunas serán para México, no sé sabe de qué manera se distribuirá.
“Lo ideal sería que la Secretaría de Salud plantee esquemas de vacunación en los que se priorice al personal médico y a los más vulnerables, como embarazadas, adultos mayores y pacientes de enfermedades crónicas”, advirtió López.