Pese a la actual crisis de acceso al agua que enfrenta el país, el presupuesto destinado para la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y para la infraestructura hidráulica registran una disminución en 2024 de 12.5% y 28.4%, respectivamente, con respecto a 2023, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación.
En una revisión hecha por EL UNIVERSAL, para 2023 Conagua recibió 71 mil 600 millones de pesos, en tanto que para este año la canalización de recursos fue de 62 mil 600 millones de pesos. Mientras que la inversión para la infraestructura hidráulica pasó de 49 millones 389 mil pesos a 35 millones 343 mil pesos.
Según el Monitor de Sequía en México, elaborado por Conagua, en la primera quincena de este año el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional a nivel nacional fue de 61.59%, 6.75% mayor que lo cuantificado a finales de 2023.
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El reporte indica que en ese lapso se observaron lluvias por debajo de lo normal, favoreciendo el incremento de áreas con sequía.
Destaca que la sequía excepcional aumentó en Sonora, Chihuahua, Durango y San Luis Potosí, y surgió en porciones de Sinaloa y Guanajuato. En tanto que la sequía severa a extrema incrementó principalmente en el centro y occidente del territorio nacional. “Al 15 de enero de 2024 el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional a nivel nacional fue de 61.59%, 6.75% mayor que lo cuantificado a finales del año 2023”, cita el documento.
Acorde con expertos consultados, México vive una crisis hídrica que al 15 de enero de 2024 afecta a un total de mil 613 municipios con sequías severas, extremas y excepcionales.
Un reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) refiere que algunos municipios del país son particularmente vulnerables a estos cambios climáticos, especialmente en las regiones norte y centro.
Juan Francisco Bustamante Ruisánchez, presidente y vocero de la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación Agua en México A.C., dice a EL UNIVERSAL que la sequía y la falta de rehabilitación de la infraestructura hidráulica provocará que más de 40% de la población del país enfrente los estragos por la escasez de agua.
“Más de 5 millones de personas en la Ciudad de México resultarán afectadas por la falta de agua. Pero podríamos decir sin miedo a equivocarnos, que más de 40% de la población nacional va a sufrir las inclemencias de esta falta de agua, ya sea por la falta de calidad o por la falta de suministro, aunque, sin duda, los primeros afectados serán los agricultores que consumen 76% del agua que hay en México”, señala.
Asegura que en los últimos cinco años sólo se ha modernizado 3% del total de los sistemas de agua y que existen sectores que están en el olvido, como el tratamiento de aguas, cuyo presupuesto se ha reducido durante los últimos años. “La inversión ha ido más para captación de nuevas fuentes de abastecimiento y presas, principalmente”, comenta.
Añade: “El Banco Mundial ha mencionado en varias ocasiones que se requiere una inversión constante de más de 20 años, de arriba de los 80 mil millones de pesos para poder hacerle frente a la situación del agua en México, sin contemplar eventos meteorológicos extraordinarios, como el que estamos viendo este año, el cuarto año de sequía”.
Enfatiza que “la actitud de este gobierno frente a esta problemática ha sido completamente reactiva. No ha habido planeación en el tema hídrico, se ha olvidado.
“Y el problema es que estas reacciones no sólo causan más gasto, sino que se abusa de las mismas inversiones, un ejemplo es el caso de Monterrey, donde se tuvo que gastar un dineral en buscar nuevas fuentes de abastecimiento y en agilizar el proceso de construcción de la presa Libertad. Esto ha generado que el gasto sea de hasta 100% más que si se hubiera hecho con tiempo y planeación”.
Bustamante Ruisánchez destaca que en la capital del país “hay muchos proyectos, como programas de rescate de barrancas que son fuente de filtración natural para los mantos acuíferos y para el rescate de los humedales de Valle de Bravo, por mencionar algunos. Sin embargo, seguimos siendo reactivos y sacamos estos proyectos ya que se nos cayó el niño al pozo”.
Para el especialista, la Conagua debe emitir ya una emergencia hídrica para enfrentar la sequía.
“Es necesario que Conagua emita ya una declaratoria de emergencia hídrica para que se destinen recursos de manera urgente para los estados y municipios que están siendo más afectados por la sequía y para que se coordinen todos los entes federales, estatales y municipales en pro de una acción. Esto ya es urgente, pues hay municipios que de recibir dos o tres metros cúbicos por segundo del Cutzamala para abastecer a la población están recibiendo sólo 50 litros por segundo”, dice.
El coordinador de Energía del Imco, Óscar Ocampo, asegura que la sequía “siempre nos agarra mal preparados en la parte de la infraestructura. Ha habido una importante reducción en el presupuesto de la Conagua y, además, no se ha invertido en modernizar la infraestructura hídrica del país”.
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Refiere que desde el inicio de este sexenio la Conagua ha experimentado restricciones presupuestales, con una notoria reducción del presupuesto destinado a alcantarillado, tuberías y tratamiento de aguas.
“Esta situación es alarmante, ya que, por ejemplo, en la Ciudad de México se pierde entre 30% y 50% del agua debido a fugas”, precisa.
Destaca que la presión hídrica que enfrenta más de la mitad del país exige un presupuesto suficiente y utilizado racionalmente ante un panorama en el que las sequías aumentan debido al cambio climático.
Se requiere inversión constante en infraestructura hídrica y también en proyectos de conservación y manejo sostenible del agua, “como monitoreo, vigilancia y una adecuada regulación, que consideren de manera prioritaria la adaptación al cambio climático”, afirma.