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El Índice de Conflictos elaborado por Armed Conflict Location and Event Data (ACLED), reveló que México fue uno de los países más peligrosos del mundo para civiles en 2023, al ubicarse en cuarta posición, de acuerdo a las mediciones de Exposición a Conflictos, en las que más de 43 millones de personas a nivel global se hallaron en riesgo por la violencia política.
“México sigue siendo el país más peligroso para sus ciudadanos, ya que son directamente el objetivo de los cárteles en sus violentas competencias”, señaló el estudio.
La primera posición la tiene Myanmar, seguida de Siria y Palestina. La recopilación de ACLED consideró que México es una democracia y economía de mercado estable, pero se encuentra con autoridades en disputa, corrupción y violencia contra civiles.
“No hay grandes guerras tradicionales en estos países, sino múltiples conflictos pequeños, letales y generalizados”, detalló.
Cabe destacar que el informe evaluó a cada país y territorio del mundo de acuerdo con cuatro indicadores: plazos, peligro para los civiles, difusión geográfica y fragmentación de grupos armados, con base en el análisis de los datos de eventos de violencia política que documentaron. “Los 50 países y territorios más clasificados están experimentando niveles extremos, altos o turbulentos de conflicto”, explicó.
Un dato que examinó ACLED es que las formas de conflicto son comunes en todo el mundo; por ejemplo México y Myanmar [en el sureste asiático] tienen patrones de violencia similares, además sus gobiernos luchan en múltiples frentes a la vez y sus comunidades están expuestas a diversos tipos de violencia.
“La violencia en los países que experimentan niveles de conflicto extremos y altos por lo general también involucra a varios grupos armados, organizados de forma activa. Estos grupos pelean entre sí con tanta frecuencia como se enfrentan con las fuerzas de seguridad del gobierno. Las milicias, en lugar de los rebeldes, desempeñan cada vez más un papel principal en estos conflictos”, advirtió.
Data Cívica, ACLED y México Evalúa presentaron un balance de la violencia político-criminal y sus implicaciones en la democracia, un mes después de la jornada electoral de junio. Sandra Pellegrini, especialista para América Latina, dijo que el panorama de conflictos en México está fragmentado, debido a la presencia de grupos armados no estatales que generan violencia que afecta a la población civil y deriva en altos niveles de letalidad.
En cuanto al proceso electoral de 2023-2024, Tiziano Breda, coordinador asociado de análisis para América Latina, resaltó que éste fue marcado por uno de los más altos niveles de violencia contra figuras políticas registrados desde 2018, en particular contra funcionarios y aspirantes a cargos locales.
Entre grupos del crimen organizado se impulsó gran parte de la violencia política; al menos 30% de los incidentes incluyeron disturbios y destrucción de propiedad, luchas de poder locales y reclamos comunitarios de irregularidades durante el proceso o el rechazo de los resultados electorales también pueden desencadenar violencia contra figuras políticas.
Data Cívica documentó que fueron atacados 130 aspirantes, precandidatos y candidatos por grupos del crimen organizado durante el proceso electoral entre el 7 de septiembre de 2023 y el 2 de junio de 2024.
De éstos, 34 fueron asesinados, 40 sobrevivieron a atentados, 32 recibieron amenazas (en mantas y videos), 10 candidatos fueron secuestrados, y en 14 ataques la persona candidata sobrevivió pero alguien más murió.
México Evalúa analizó a su vez que, por cada ataque contra autoridades a nivel municipal, la participación se redujo en dos puntos en la elección local en la jornada electoral de junio de 2024.
En cuanto a la violencia por género, el análisis de México Evalúa refirió que dos de cada diez víctimas de violencia política son mujeres. Sin embargo, las mujeres relacionadas con puestos de elección popular son más propensas a ser víctimas de ataques, a diferencia de los hombres que son atacados en su calidad de funcionarios electos.
La probabilidad de las mujeres candidatas de recibir amenazas y ser víctimas de ataques armados es mayor, mientras que en el caso de los hombres candidatos, es más probable que estos sean asesinados. El 8% de las amenazas y ataques contra mujeres se dieron hacia sus familiares, subrayó el organismo.
