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Ginebra.— La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, alertó del “alto nivel de violencia política” durante las recientes elecciones mexicanas y expresó su “grave preocupación” por la represión contra manifestantes en Colombia.
En su discurso inaugural de la 47 sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, Bachelet se dijo “alarmada por el alto nivel de violencia política en el contexto electoral” de las legislativas y locales en México de comienzos de mes.
“México mantuvo sus mayores elecciones este mes con varios desafíos. Me preocupó la violencia política en el contexto electoral. Como mínimo 91 representantes y miembros de partidos, entre ellos 36 candidatos electorales, fueron asesinados durante el periodo electoral que comenzó en septiembre de 2020”, dijo la diplomática chilena, quien también denunció ataques y amenazas contra políticos, sus partidarios y funcionarios. Los partidos de todo el espectro, aseguró, “se han visto afectados”.
Sobre las mujeres, denunció que han padecido “violencia de género, sexual y campañas de difamación”.
En ese sentido, la funcionaria hizo un llamado a las autoridades mexicanas a no agredir a quienes no están de acuerdo con los organismos electorales.
“Aliento a las autoridades a que no utilicen lenguaje que socave a aquellos que no estén de acuerdo o cuestionen la independencia de organismos autónomos, incluyendo las instituciones electorales”, dijo.
Las elecciones del 6 de junio, en las que el presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvo su mayoría parlamentaria pese a perder escaños, se vieron marcadas por numerosos actos de violencia, incluso, en la misma jornada de votación en la que fueron asesinadas cinco personas que organizaban el dispositivo electoral.
“Es vital asegurar la rendición de cuentas por estos actos y garantizar que no se repetirán”, afirmó la alta comisionada de las Naciones Unidas.
Además, aplaudió “el reciente fallo del Tribunal Supremo que acepta la recomendación de acción urgente del Comité de Desapariciones Forzadas como vinculante jurídicamente para las autoridades mexicanas”.
Bachelet mencionó la situación mexicana al recordar una serie de casos que, dijo, son motivo de preocupación de la ONU por las violaciones en materia de derechos humanos.
Entre ellos mencionó a Afganistán, Bielorrusia, Chad y Mali; la ley de seguridad nacional aprobada en China para Hong Kong; la convulsión política en Haití y los altos niveles de inseguridad.
La exmandataria chilena también abordó la ola de protestas antigubernamentales que estalló desde fines de abril en Colombia. “Mi oficina ha expresado su grave preocupación ante las acusaciones de serias violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad”, indicó Bachelet.
Según los datos que ofreció la jefa de la ONU para los derechos humanos, del 28 de abril al 16 de junio se registraron 56 muertes (54 civiles y dos agentes de la policía), especialmente en Cali, además de 49 víctimas de violencia sexual.
Autoridades civiles y la Defensoría del Pueblo colombiana elevan este balance a por lo menos 61 personas fallecidas, entre ellas dos uniformados.
Bachelet subrayó también que “aunque la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, se registraron algunos episodios de violencia” y animó “al diálogo para resolver la crisis”.
La alta comisionada no abordó en su discurso la situación en Nicaragua y Venezuela, otras dos cuestiones candentes en América Latina, puesto que se analizarán con más detalle posteriormente en la sesión.
Al inaugurar la sesión del consejo, dijo que se viven “tiempos de graves reveses en materia de derechos humanos. La pobreza extrema, las desigualdades y la injusticia van en aumento. El espacio democrático y cívico se está viendo erosionado”.