Especialistas en transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción consideraron que si la Megafarmacia de Huehuetoca, Estado de México, sólo puede surtir 2.7 recetas en promedio al día, es porque no fue un programa con base en una política pública, sino que hay falta de eficiencia y es una decisión con fines políticos.
Lourdes Morales Canales, coordinadora de la Red de Rendición de Cuentas (RRC), criticó la idea de concentrar las medicinas en un mega almacén y de ahí distribuirlas a todo el país.
Dijo que desde diciembre pasado el gobierno federal hizo un anuncio espectacular con la creación de la Megafarmacia, donde lo único que se hace es promover una supuesta solución sin que realmente eso supere el problema de la adquisición y la distribución de medicinas, pues las personas que la necesitan seguirán sin recibirlas.
“En algunos informes de auditoría hay observaciones por medicamentos que se adquirieron y caducaron porque no pudieron ser distribuidos u otros medicamentos que no llegaron a adquirirse, hubo subejercicio y se regresó el dinero, porque no lograron adquirirse”, detalló.
Reprobó que el gobierno federal asumió que con este plan se solucionaría el desabasto de medicamentos en vez de centrarse en construir una verdadera política pública en la materia.
“La Megafarmacia no es una política pública, la política pública son acciones del gobierno que preceden a un adecuado diagnóstico en el cual se detectan las causas que generan un problema público. Las causas ahí están, los soluciones todavía no”.
Dalia Toledo, directora de Finanzas Públicas y Anticorrupción en Ethos, Innovación y Políticas Públicas, aseguró que cuando se anunció la Megafarmacia, que está a cargo de Birmex, uno de los problemas era la capacidad en la compra de medicamentos pues una de sus grandes deficiencias era la logística, es decir, como el nuevo centro iba a trabajar para surtir a los ciudadanos.
“En promedio 2.7 recetas por día habla de una eficiencia muy baja y eso se criticó mucho, porque el IMSS ya venía realizando las compras consolidadas al sector Salud, pasamos de quitarle esa potestad al IMSS y dársela a Birmex. Es como el sello de esta administración, cambiar las fórmulas que funcionan bien, en el caso de la compra de medicamentos no tienen experiencia en la distribución”, puntualizó.
Toledo, Maestra en Administración y Políticas Públicas por el CIDE, coincidió en que hace falta una decisión de política pública basada en el profundo entendimiento del problema del abasto de medicamentos.
“La Megafarmacia fue una propuesta a un problema pensando porque el problema fue como hay corrupción les vamos a quitar la compra de los medicamentos al IMSS, ahora lo va a hacer Hacienda, pero como no funcionó por los retrasos y malas compras, ahora se lo vamos a dar a Birmex, sin ese entendimiento profundo sobre lo que estaba mal, si se compraba a sobreprecio, cuáles eran las causas de los retrasos o si había problemas de distribución. Fue una decisión poco pensada”.