Este viernes se llevó a cabo la inauguración de la Megafarmacia del Bienestar con gran ánimo de funcionarios y porras de quienes asistieron como invitados. Sin embargo, nuevamente fue una puesta en marcha a medias, con la promesa de que pronto funcionará en beneficio de los mexicanos y que se pondrá fin al desabasto.
La megafarmacia, en Huehuetoca, Estado de México, anunciada y calificada por la voz presidencial en términos superlativos como “quizá la más grande del mundo”, comenzó a operar con 18 mil piezas de medicamentos, que en conjunto apenas llenaron unos cuantos anaqueles colocados en algunos de los espacios del complejo que aún se observa inmenso y vacío.
La megafarmacia que inauguró el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende la entrega de cualquier medicamento que falte en hospitales o centros médicos del país, pero hasta ayer no se observó un solo vehículo dedicado ex profeso al traslado de medicinas.
Fue notorio que el almacén no está abastecido ni a 20% de su capacidad real, y se observó a una veintena de empleados que se encargarán de recibir las llamadas que más de 90 millones de ciudadanos con seguridad social podrán realizar cuando no les surtan su receta.
El espacio cuenta con 45 hectáreas, de las cuales nueve están techadas. Destaca la bodega de almacenamiento de red seca, con una extensión de 5 mil 500 metros para albergar biológicos que pueden permanecer a temperatura ambiente.
El almacén, pintado ahora de blanco, transmite una sensación de salubridad. Es frío y se siente solitario, pues a pesar de su gran extensión, apenas se observa a una decena de empleados; algunos limpiando, otros registrando medicinas y unos más almacenando.
En la bodega hay seis baterías de racks, cada una de ellas con una extensión de 102 metros de largo, siete de alto y cinco niveles, con una capacidad de carga de hasta mil 600 kilogramos. Sin embargo, casi 80% de los anaqueles lucen desocupados.
En el primer día de operaciones de la megafarmacia se documentó el ingreso de 18 mil piezas de medicamentos, aunque se prevé contar con mil 438 claves, es decir, todas las medicinas del mundo.
Tras la inauguración, el equipo de Presidencia permitió a los ciudadanos conocer las instalaciones: “Viejo, eres un chingón”, le gritó un hombre al Mandatario, mientras que otro dijo: “Esto le va a arder al PRIAN, que se pongan Vitacilina”.
Las instalaciones del almacén ya están certificadas por la Cofepris, cuentan con medidas sanitarias, red de extintores, salidas de emergencia y todo el piso es epóxico, conforme lo señalan las medidas sanitarias a nivel internacional.
En el mismo espacio hay un área dedicada a la red fría para guardar medicamentos de alta especialidad y los que requieren bajas temperaturas; tiene ocho refrigeradores y tres megacongeladores, pero en su mayoría están vacíos.
Asimismo, las medicinas deben pasar por un área de control y registro. En otro edificio está el Centro de Comando, Comunicación, Control e Inteligencia, que cuenta con un call center con 20 operadores, quienes recibirán llamadas de derechohabientes del IMSS, ISSSTE e IMSS-Bienestar, que no logren surtir sus recetas. En las primeras tres horas se recibieron 200 llamadas.
Carolina, una de las telefonistas, explicó que en tres horas recibió peticiones para surtir ocho recetas de los estados de Oaxaca, Chiapas y Estado de México.
Puntualizó que su labor es escuchar al derechohabiente, comprobar mediante CURP y carnet que tiene una receta médica, verificar que no se cuenta con el medicamento en su clínica, buscar la existencia en otras clínicas y hospitales de la misma zona y mandarla ahí.
En caso de no hallar el medicamento, se solicita a la megafarmacia que se envíe la medicina a la clínica correspondiente, misma que deberá llegar en un periodo no mayor a 48 horas.
El resto del espacio que ocupa la megafarmacia se integra por 197 andenes, de los cuales 97 son de embarque y 98 de recibo. La capacidad total de almacenamiento es de 286 millones de piezas, pero hasta el día de la inauguración, 100% de los andenes permanecían vacíos.
“Todavía creemos en usted, todavía pensamos que tendremos un México mejor”, gritó una señora a al presidente López Obrador, mientras se hacía el anuncio.
Para el Mandatario y quienes trabajan en la Megafarmacia del Bienestar, esta nueva estrategia representa la transformación absoluta del sistema de salud en México; sin embargo, en los hechos parece un enorme reto por cumplir.