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Rosario Robles Berlanga, presa en Santa Martha Acatitla, envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador en la que acusa que le llegó información de que el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, lo convenció de encarcelarla en una conversación en 2019, en la que participó también el exconsejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra.
En la misiva dada a conocer por su hija Mariana Moguel, frente a Palacio Nacional, la exsecretaria de Desarrollo Social en el sexenio anterior aseguró que los tres hombres discutieron su situación y que Gertz Manero manifestó que “la única forma de llegar a peces más gordos era presionándola con la cárcel. Ahí se decidió mi suerte”, reveló.
Robles Berlanga, acusada de uso indebido del servicio público en el caso Estafa maestra, expuso que se “armó toda una maquinaria”, en la que participó el juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, sobrino de la exdiputada Dolores Padierna, esposa de René Bejarano, para “atraparme en estos muros”.
“Me convertí en rehén, además de ser la única [mujer, por cierto] privada de su libertad por la supuesta triangulación de recursos a las universidades, lo que hasta ahora no se ha demostrado; por el contrario, dicha hipótesis ha sufrido serios reveses en el Tribunal Administrativo”, sostuvo en el texto de tres cuartillas fechado el 29 de marzo de 2022.
Robles señaló que sus dichos se confirman con las declaraciones del fiscal Gertz Manero, en agosto de 2020, en las que, según ella, dijo que estaría retenida hasta que decidiera “cooperar” como lo hizo el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, por el caso Odebrecht.
“¿Qué pensará ahora de la supuesta cooperación del extitular de Pemex, si la propia fiscalía decidió que nadie más estaba involucrado en los recursos obtenidos por el caso Odebrecht?”, cuestionó.
Señaló que Gertz Manero esperaba que con “la tortura que significa la cárcel, de manera cobarde les ratificara una historia sin sustento”, en referencia a la Estafa maestra.
Enfatizó que tres hombres tomaron la decisión de su presente y futuro, sin importar que el delito del que se le acusa no amerita prisión preventiva de oficio.
“Ni tampoco que la ASF nunca presentará una denuncia en mi contra, ni siquiera un procedimiento resarcitorio. Tampoco importó que la denuncia que sirvió de base para mi imputación [en la que por cierto no se me acusa], fuera presentada por Mexicanos contra la Corrupción, a quien usted [López Obrador] descalifica constantemente”.
Agregó que después de dos años y medio detenida, lo único que tiene la FGR es el testimonio de Emilio Zebadúa, a quien no se le han exigido pruebas y tampoco se le ha llamado a comparecer.
Y concluyó la carta: “Usted me conoce mejor que mucha gente, sabe que es una infamia lo que han hecho conmigo. Me preocupa que, conociendo el talante del fiscal, por el hecho de que se le han caído casos como el de los supuestos implicados por Emilio Lozoya, se ensañe más conmigo, abusando una vez más de su poder para mantenerme encarcelada injustamente. Sólo usted puede ponerle un alto”.
Antes de entregar la carta de su madre en Palacio Nacional, Mariana Moguel pidió poner un alto al fiscal Alejandro Gertz Manero, porque, dijo, “sabemos lo vengativo que es. Por eso tanto mi madre y yo lo tenemos denunciado”.
