Al inicio de su gestión, Andrés Manuel López Obrador mencionó que no habría persecución para funcionarios y políticos del pasado; sin embargo, nueve de cada 10 personas está a favor de que su gobierno persiga a exfuncionarios que hayan cometido delitos.
Al preguntar si consideran que los expresidentes deben ser llevados a juicios por ilícitos cometidos durante sus gobiernos, Enrique Peña Nieto se encuentra en primer lugar con 89.4%, seguido por Carlos Salinas, con 88.5%, y en tercer sitio aparece Felipe Calderón, con 82.1%.
Pero al preguntar a los encuestados por las declaraciones de Emilio Lozoya en contra de exfuncionarios, entre ellos expresidentes, 53.9% afirma que el exdirector de Pemex no dirá la verdad. Para 86.7% de la población Lozoya debería ir a prisión por los delitos en los que incurrió, mientras que sólo 7% cree que no debería por ayudar al gobierno a capturar a otros exservidores públicos.