El empresario y político mexicano Garza compró y restauró en España una joya arquitectónica del siglo XVI, el Palacio de los Marqueses de Torremejía en Almagro.

El palacio forma parte de las edificaciones surgidas en la época de más esplendor de Almagro, declaradas conjunto histórico artístico en una de las ciudades más monumentales de España.

Remodelado y modificado en el siglo XVIII por sus propietarios originarios, en el XX lo donaron a la orden religiosa de los dominicos, que lo convirtieron en convento y en sede de una escuela-hogar para niñas, administrada por monjas.

Lee también

Los dominicos lo pusieron a la venta y el empresario mexicano lo adquirió en 2019 por un precio que habría rondado los 800.000 euros.

Mauricio Fernández Garza ha presentado ahora la restauración acompañada por el embajador de México en España, Quirino Ordaz, para quien esta compra "ratifica la hermandad entre México y España" y el especial vínculo que el empresario mexicano tiene con Almagro.

En este municipio adquirió en la década de 1970 en una subasta pública el artesonado del siglo XVI de la antigua Universidad Renacentista de la localidad, que hoy forma parte de su casa en México conocida como La Milarca.

Lee también

PATIO RENACENTISTA CON COLUMNAS ISABELINAS

La restauración del edificio ha permitido recuperar un patio renacentista con once columnas de piedra de estilo isabelino, elaboradas entre 1480 y 1500, además un conjunto de salas con pinturas murales del siglo XIX.

Entre ellas hay unas sobre papel de arroz con escenas cotidianas de la dinastía china Qing, semejantes a las que existen en el Palacio Real de Madrid, que han sido restauradas con un especial cuidado durante los últimos cuatro años.

El mecenas ha destacado el importante trabajo de restauración para convertirlo en un lugar de visitas para todo el que lo desee: "No es un proyecto para mis hijos, sino para España y para que lo aprovechen los almagreños".

Lee también

Para ejecutar los trabajos ha sido necesaria una gran inversión, con un equipo multidisciplinar en el que han participado el arquitecto Federico Pérez Parada y el restaurador Ignacio Fernández, que trabaja para el Museo del Prado en Madrid.

PINTURAS MUY VALIOSAS

Ignacio Fernández ha explicado que el palacio cuenta con salas decoradas con pinturas muy valiosas y la china, la de los indianos o la costumbrista inspirada en campos del entorno de Almagro "son impresionantes".

El mecenas ha comentado que el estado de conservación de las pinturas "era deprimente", porque el papel estaba "desprendido, tenían grafitis, clavos y tornillos, caramelos y chicles pegados", a pesar de lo cual la restauración ha hecho el "milagro" de devolverles todo su esplendor.

Para restituir los dibujos de la sala china, una de las estancias más bellas, han tenido que utilizar papel coreano.

Junto a este importante valor patrimonial, también se encuentra la portada de la entrada principal o el artesonado del patio.

La intención de Fernández Garza es que el palacio se incorpore a la red de monumentos visitables de Almagro, si bien no esconde que existen otras posibilidades como que alguna de sus dependencias pueda ocupar un negocio de restauración en el futuro, o que incluso un chef mexicano abra un restaurante de alta cocina en las antiguas caballerizas.

El empresario ha sido en México senador por Nuevo León y alcalde de San Pedro Garza García y es conocido por su promoción de la cultura y por coleccionar arte. EFE


Suscríbete aquí Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.







maot

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios

Noticias según tus intereses