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El Fuerte, Sin.— El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como “masoquistas” a quienes consideran que la situación de México estaba mejor en administraciones federales pasadas.
Tras recorrer el Hospital Rural de El Fuerte, el Ejecutivo aseguró que, siguiendo una política de privatización de la educación, sexenios pasados rechazaron a más de 300 mil jóvenes de universidades públicas, dejándolos sin oportunidad de acceder al nivel superior.
“Imagínense la irresponsabilidad y el daño que causaron. Todavía [hay] quienes dicen: ‘No, estaba mejor antes’. Sólo que sean masoquistas”, comentó.
Recriminó a aquellos que critican que en su gobierno los pobres sean la prioridad, pues pese a “que los domingos van a las iglesias, no practican la religión del humanismo, sino la del egoísmo”.
López Obrador afirmó que, a diferencia de otros sexenios, su gobierno entrega de manera directa los apoyos económicos.
“Antes todo el subsidio del campo se quedaba arriba y no llegaba para los pobres. No me vengan a decir que esto está mal, porque eso tiene que ver con el humanismo y el cristianismo.
“¿De qué sirve ir a la iglesia todos los domingos o a los templos si va uno a estar practicando en los hechos la religión del egoísmo y no del humanismo?”, cuestionó.
Indicó que su administración atiende lo que considera “más urgente. ¿Quiénes son los que deben ser atendidos primero?, ¿cuál es la población preferente? Por el bien de todos, primero los pobres. Eso es una definición: atender, escuchar y respetar a todos, darle preferencia a la gente humilde”.
Ante cerca de mil personas, el Mandatario pidió dejar atrás las diferencias políticas, por lo que llamó a la unidad y que sólo cuando haya elecciones “cada quien agarre su partido y ahí sí vamos a pelear de manera pacífica.
“Vernos como adversarios, no como enemigos; adversarios a vencer, no enemigos a destruir. Tiene que haber mucho amor, tiene que establecerse en México la República amorosa”, agregó.
Indicó que tras llegar a la Presidencia y como lo había prometido, inició una política de austeridad, por lo que ordenó que se pusiera en venta el avión presidencial.
“¡Cómo creen que me iba a subir a ese avión!, sería ofender al pueblo de México. El presupuesto de esa aeronave representaría 27 años del que tiene El Fuerte.
“El año pasado, además de ese avión, compraron seis jets modernos para los altos funcionarios, cada uno [costó] mil millones de pesos. Además, adquirieron seis helicópteros, también de lujo, para el traslado de servidores públicos. Los usaban hasta para ir al golf. Todo eso ya se terminó”, aseveró.
Pide que no lo detengan. En este sentido, por no tener un avión a su disposición, López Obrador pidió se comprenda que cuando acude a comunidades y no se detiene, como algunos pobladores se lo solicitan, es porque tiene que llegar puntual a los aeropuertos para abordar vuelos comerciales.
“La gente quiere vernos y me pide que me baje, pero no es por faltar al respeto, tengo mucho amor por el pueblo. Si me bajo no llego, tengo que llegar puntual, porque si no, me deja el avión”, indicó.
Al celebrarse ayer la llegada de Cristóbal Colón a América, el 12 de octubre de 1492, López Obrador manifestó: “No me gusta lo del [Día de la] Raza, se los digo así, de manera sincera, puede ser el día de las culturas de México, de América Latina, del Caribe y del mundo, el día de las culturas”.