María Herrera Magdaleno busca a cuatro de sus hijos desde 2008. Es parte de colectivos de familiares que luchan por encontrar a sus desaparecidos. El 25 de mayo pasado visitó al papa Francisco en el Vaticano, quien le externó que está enterado de la situación que se vive en México a causa de la violencia y que lo vive con mucho dolor y sufrimiento debido a que la crisis de desaparecidos no sólo ocurre en el país, sino en todo el mundo.
“Me dijo que sí estaba sumamente preocupado y que sí está enterado de la situación que se vive en México, que estaba viendo con mucho dolor y sufrimiento esto que esta pasado no sólo en México, sino en todo el mundo con los desaparecidos, dijo que el mundo está en guerra”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.
En lo que califica como un encuentro maravilloso, halló en la mirada del papa Francisco dolor y la angustia por esa situación, por ello, le pidió que bendijera este sufrimiento y a las madres que están pasan por esto en el país.
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“Somos miles de hogares destruidos y sobre todo las madres que salimos a buscar a nuestros hijos con picos, palas o en centros de rehabilitación, cárceles y calles sabiendo de antemano que tal vez ya les quitaron la vida, pero queremos rescatar sus restos para darles una sepultura digna y poder estar en paz, también para que los familiares tengan paz y se dediquen a rehacer su vida”.
María Herrera resalta que, en México, muchos familiares de personas desaparecidas han perdido la fe y la confianza en el gobierno y ya no creen en éste, pero sí en la justicia divina, por ello, puntualizó que es momento de unirse en la Jornada de Oración por la Paz convocada por la Iglesia católica este domingo.
“En el gobierno hemos perdido esa confianza, no les creemos, pero creemos en Dios y creemos que la justicia divina existe y creo que [es] el momento de sentirnos fortalecidos. Les pido que se unan a este esfuerzo que estamos haciendo, porque esa convocatoria que ha hecho la Iglesia será fortalecedora para nosotros”.
En 2008, desaparecieron dos de sus hijos, Jesús Salvador y Raúl Trujillo, junto con cinco de sus compañeros de trabajo. Dos años más tarde, en 2010, ante la intensa búsqueda que tenían, desaparecieron dos más de sus hijos, Gustavo Herrera y Luis Armando, esto ocurrió con dos de sus familiares.
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“He venido cargando a cuestas este dolor. No puedo decir que sola, ya que siempre me acompañaron mi familia y los sacerdotes de mi parroquia, y el hecho que se dé esta apertura para acudir a todas las iglesias este domingo, con todos los colectivos de desaparecidos y las personas que han entendido este dolor, es una manera de restablecer nuestra esperanza y fe”, comenta.
Por ello, reitera la invitación a todas las personas a participar de la Jornada Nacional de Oración por la Paz, que se realizará el próximo domingo, “para esperar con fe y con confianza la justicia del Señor, para que esta situación ya no siga adelante.
“No estamos solos. Tenemos que aprovechar esta oportunidad que se nos está brindando, lamentablemente comenzó por los sacerdotes que fueron asesinados. La sociedad está indignada y vemos con mucho dolor y frustración que sigue está situación, por ello, debemos acudir a esta jornada de oración”, lamenta.
María también invitó a las personas a unirse en un rezo el 31 de julio, día de San Ignacio de Loyola, para pedir por todas las personas que les han causado daño, ello, con la finalidad de que reflexionen por todo el dolor que han provocado a otros.
“Le pido a la gente que el 31 de julio, día de San Ignacio de Loyola, también nos sumemos en oración para pedir por todas las personas que nos han causado tanto daño, [para] pedirles una pausa, que vean el dolor, el sufrimiento y los estragos que han ocasionado en todas las familias, y pedirles que reflexionen”.
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