El expresidente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, fue designado nuevo titular del Servicio de Protección Federal (SPF), en sustitución del comisionado José Pedro Vizuet Bocanegra, quien falleció en enero pasado.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño, tomó protesta al exlíder panista en sus oficinas.
El Servicio de Protección Federal es un órgano desconcentrado de la SSPC que se encarga de la vigilancia de instalaciones estratégicas e inmuebles del gobierno federal.
Tras reiterar su lealtad al secretario Durazo, Espino Barrientos se comprometió a poner su mayor esfuerzo y a siempre conducirse por los valores de la institución, ya que son los mismos con los que ha llevado su vida y carrera profesional.
Como dirigente del movimiento Volver a Empezar, Espino Barrientos apoyó la campaña del entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, y no había ocupado un cargo relacionado con la seguridad.
Admiten fallas en seguridad fronteriza
Por otro lado, México y Estados Unidos admitieron poco avance en materia de seguridad fronteriza, porque desde hace décadas se ha estado hablando de los mismos problemas conjuntos, como el tráfico de armas, drogas, migrantes y lavado de dinero.
Al encabezar ayer la Reunión Binacional de Planeación y Seguridad Fronteriza, en compañía del embajador de Estados Unidos, Christo-pher Landau, Alfonso Durazo Montaño señaló que los encuentros binacionales llevan décadas y “la realidad es que los [trabajos] en el ámbito del contrabando de armas no han dado resultados sustantivos”.
Sin embargo, el funcionario confió en que en esta nueva etapa prosperen y se materialicen propuestas de solución a los problemas conjuntos, pues existen condiciones históricas para alcanzar resultados.
“Es alto el nivel de esta representación y también la capacidad para operar los compromisos (...) Tenemos la esperanza de que todo lo que se acuerde se materialice en beneficio de la seguridad fronteriza”.
En tanto, Christopher Landau indicó que la seguridad es un desafío compartido, aunque aseguró que por muchos años los grupos criminales han aprovechado los desacuerdos al respecto entre México y Estados Unidos, por lo que “ambos países deben concentrarse en el tráfico de armas, las municiones y el lavado de dinero”.