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En la esquina del Eje Central y la calle Belisario Domínguez está la panadería La Virgen del Camino. Aquí el panadero Miguel Ángel acomoda una charola con cuatro roscas pequeñas para meterlas al horno.
Esas piezas de pan son las que prepara para la venta del Día de Reyes; sin embargo, en esta ocasión serán pocas las que hará, pues ante la crisis por el Covid-19 las ventas han bajado 60%.
Además de las roscas que el panadero prepara cada año, él y sus compañeros se encargan de una especial, la rosca monumental que se repartía en el Zócalo capitalino: “Este año es diferente por la pandemia, porque además de las pocas roscas que hacemos en comparación de otros años, tampoco haremos la monumental del Zócalo, algo que nos gustaba realizar”.
Miguel Ángel sabe que pese a que ellos no han dejado de producir panes, este 2021 será distinto, pues la pandemía ha dejado una herida en México, la cual “nos ha enseñado a valorar más lo que tenemos (...) como el trabajo, la familia, los amigos y hasta la comida”.
Aun con las bajas ventas, en la panadería no dejan de realizar las roscas. Aquí el movimiento es constante, algunos llevan charolas repletas de roscas, otros cortan cientos de ciruelas, algunos preparan la decoración de cada pieza de manera individual, otros más atienden a los clientes.
“Es feo lo que está pasando, antes en estos días había roscas por todos lados, la gente se llevaba varias, era un ambiente distinto, hoy es diferente por la pandemia, pero me da gusto que, aunque sea poco, se sigan haciendo las roscas; considero que es una forma de mantener viva esta bonita tradición”, explica Sandra.
Esa tradición de la que habla Sandra llevó a Karly y a su mamá a adquirir dos roscas para este día. Ella menciona que aunque se ve que la panadería no tiene muchas roscas como el año pasado, le da gusto que hayan hecho.
“Es bonito que, aunque sean pocas, haya roscas para mantener viva la tradición; en nuestra casa es una de las fechas que más nos gustan, por eso venimos a comprar hoy, casi siempre compramos dos o tres porque a toda la familia nos gusta esta bonita tradición”, comenta Karly.
Así, entre las bajas ventas que hay de las roscas por el Día de Reyes, debido a la pandemia de Covid-19, la incertidumbre y las enseñanzas que ha dejado en cada persona, los panaderos le hacen frente a la contingencia para mantener viva una de las más arraigadas costumbres mexicanas.
