Cuerpo a cuerpo, centímetro a centímetro, trabajadores del (PJF) y estudiantes de Derecho de diversas universidades del país seguían un mismo objetivo: impedir que se aprobara la reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Para esto, desde las 04:00 de la mañana empezó el bloqueo en todos los accesos del Palacio Legislativo de San Lázaro. Los inconformes madrugaron a los diputados de , PT y Verde que querían madrugar y tener quórum para avalar el proyecto presidencial.

“¡Morena, entiende, la justicia no se vende!”, gritaron frente a la entrada principal del recinto, en la calle Emiliano Zapata, donde formaron tres cadenas humanas, brazo con brazo, para impedir que la bancada del oficialismo ingresara a emitir su voto favorable.

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La primera de las vallas humanas impidió incluso que el diputado Ricardo Monreal, coordinador de la bancada guinda, entrara a la Cámara Baja.

Por horas, los trabajadores del Poder Judicial lograron bloquear el acceso a los morenistas, pues también cerraron el acceso por las calles Eduardo Molina, Congreso de la Unión, y Sidar y Rovirosa.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) llegaron a esos puntos para quitar los bloqueos, pero no pudieron hacerlo.

Colocaron camiones y también formaron sus propios muros humanos con escudos antimotines; sin embargo, los trabajadores nuevamente los rodearon y les colgaron pancartas con consignas.

Mientras, a los legisladores de Morena no había nada que los detuviera, decidían cambiar la sede de la discusión y los integrantes del Poder Judicial lo celebraban de forma pacífica. Una decena de personas identificadas como simpatizantes de Morena los confrontó con palos para pedirles “su derecho a manifestarse contra el Poder Judicial” también en el recinto.

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Así, los simpatizantes de Morena caminaron entre los manifestantes e ingresaron a la calle bloqueada, en donde sacaron carteles con rostros de diputados y líderes opositores, así como de periodistas a quienes llamaron “traidores a la patria” por votar contra las reformas de López Obrador y los colgaron frente al recinto legislativo. “¡Norma Piña, eres una traidora!” y “¡Norma Piña no estás sola!” se escuchó en medio de una confrontación de consignas.

Al lugar también acudieron personas de la tercera edad, quienes dijeron que llegaron por su propio pie a la protesta para manifestar su apoyo al Presidente de México, “quien ha hecho varias reformas en favor del pueblo”.

Para orillar a Monreal a escucharlos y a la bancada del oficialismo a repensar si avalaba o no la reforma, los estudiantes se trasladaron hasta la Sala de Armas, donde bloquearon vialidades principales y entradas del deportivo.

Al grito de: “¡Ricardo Monreal, nos vas a escuchar!”, los jóvenes de la UNAM, Ibero, ITAM, IPN, UAM, la Escuela Libre de Derecho, la Universidad La Salle y otras escuelas tomaron los accesos para visibilizar su inconformidad ante la negativa del coordinador de la bancada morenista de abrir el diálogo.

La final, otro damnificado de la reforma

Con ese movimiento incluso interrumpieron el ingreso de jugadores de los Diablos Rojos y los Sultanes de Monterrey, quienes iban al primer partido de la Serie del Rey de La Liga Mexicana de Beisbol (LMB); el encuentro se canceló.

Tras casi media hora de cierre, los líderes del movimiento decidieron dar portazo en la entrada 6 del Autódromo Hermanos Rodríguez.

Los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) que resguardan el recinto les impidieron escalar la reja.

Luego, un líder estudiantil que logró entrar salió para denunciar ante sus compañeros que pese a que supuestos representantes de Monreal recibieron su pliego petitorio, no les permitieron entrar a la discusión para abrir el diálogo.

En paralelo, Patricia Aguayo Bernal, vocera de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF), advirtió que en los próximos días el movimiento mantendrá el bloqueo a la Cámara de Diputados y no permitirá sesionar a sus integrantes.

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“Nos vamos a quedar aquí toda la noche, hasta mañana. No sabemos qué decisión vayan a tomar los diputados, pero aquí no van a sesionar”, sentenció frente a uno de los accesos a San Lázaro. Mientras los legisladores sesionaban para reformar al Poder Judicial, en las calles frente a la Cámara de Diputados y la Sala de Armas los trabajadores y estudiantes siguieron mostrando su rechazo a golpes de tambor y con gritos.

“¡No rompamos filas! Sé que están cansados, compañeros, pero es importante defender al Poder Judicial, cueste lo que cueste. ¡No nos dejemos! ¡No les demos más poder!”, expresaron con altavoces y advirtieron que, de avanzar la discusión hasta el Senado, continuarán con las protestas y, tal vez, las radicalizarán.

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