Canadá llega a la IX Cumbre de Líderes de Norteamérica con dos preocupaciones clave: el impulso en Estados Unidos a la compra de productos Made in USA y lo que considera como un inestable clima de inversión en México.
Será la primera reunión presencial del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. En cambio, el canadiense fue el primer líder con quien Joe Biden se reunió, virtualmente, tras asumir el poder el pasado 20 de enero.
“Nuestros países están comprometidos a proporcionar un mejor futuro para nuestra gente, incluyendo la creación de más empleos de clase media, construir una economía más limpia, enfrentarse al cambio climático, y concluir la lucha contra el Covid-19”, señaló Trudeau.
Al igual que al presidente López Obrador, a Trudeau le inquieta la ley de infraestructura aprobada en Estados Unidos, que incluye un crédito fiscal que favorece a los fabricantes de vehículos estadounidenses y que se ve como un avance más en la estrategia de promover lo hecho en el país por encima del tratado regional T-MEC.
En cuanto a México, uno de los 10 principales destinos de las exportaciones de Canadá y su tercer mayor socio comercial de mercancías, según datos del gobierno de Ottawa, la preocupación se enfoca en la reforma eléctrica, pero también en el clima de inversión en minería. Al sector empresarial le inquieta el impulso de López Obrador para favorecer a empresas estatales como la Comisión Federal de Electricidad.
El gobierno de Canadá también ha expresado su preocupación por el clima de inversión en y energía, así como “la importancia de mantener un entorno empresarial estable y predecible”.