Envueltas en pañuelos verdes, miles de mujeres se movilizaron ayer en el marco del Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, para celebrar que México transitó de ser uno de los países con las leyes más restrictivas sobre el aborto hasta convertirse en un referente de garantías en derechos reproductivos.
Y aunque el pasado 6 de septiembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional penalizar el aborto en el Código Penal Federal por ser contrario a los derechos humanos, las mexicanas tomaron las calles de la Ciudad de México para recordar al gobierno federal que todavía falta asignar presupuesto para dicha disposición, garantizar prácticas clínicas seguras, acceso al servicio con los insumos necesarios y que se retire el estigma que perpetúa la discriminación y criminalización de cualquier tipo para quien aborte.
“La SCJN dictaminó que es obligación del Estado brindar los servicios necesarios para garantizar el derecho a decidir como un derecho a la salud, por lo que el derecho al acceso a la justicia es fundamental. Y el gobierno debe generar los recursos necesarios para asegurar el acceso a servicios médicos que sean seguros, accesibles, asequibles, disponibles, aceptables, respetuosos y de calidad; de no hacerlo, el gobierno incurre en la práctica de violencia institucional. El negar el aborto constituye una violencia hacia las mujeres.
“Lo cierto es que, a pesar de los avances logrados, aún no se hace efectivo este derecho. Existen 21 estados de la República donde se omite despenalizar y legislar a favor del aborto, siendo esta posición violatoria a la Constitución y a los tratados internacionales. La lucha no termina hasta que haya voluntad política de crear condiciones que permitan el acceso real a mujeres y niñas a ejercer su derecho al aborto”, mencionaron los comités organizadores de la marcha 28S en un pronunciamiento que se leyó al término de la misma frente a Palacio Nacional.
También llamaron a las candidatas presidenciales a no utilizar esta lucha para fines políticos y, en cambio, en su condición de mujeres, prometer que tras alcanzar el triunfo en 2024 fortalezcan la lucha por los derechos sexuales y reproductivos de sus iguales en todo el país.
Diamantina verde, el elemento insignia de las movilizaciones a favor de los derechos de las mujeres, se esparció por el aire, los rostros y en los carteles de consignas en un ambiente pacifista previamente a la llegada e ingreso de las protestantes al Zócalo.
Aunque segmentados, los colectivos iniciaron la caminata a partir del mediodía y cada dos horas, pero haciendo retumbar las mismas consignas en su oportunidad: “¡Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente!”, “¡aborto sí, aborto no, eso lo decido yo!” y “¡hay que abortar este siste-ma patriarcal!”.
Aunque la Secretaría de Seguridad Ciudadana informó que desplegaría a 600 elementos de la agrupación Ateneas para labores de seguridad durante la marcha, las asistentes se quejaron al asegurar que eran más de miles de policías quienes las acordonaron, pero eso no mermó la energía con la que cruzaron las avenidas del Centro Histórico.
A diferencia de años anteriores, el número de asistentes fue mucho menor y la violencia no captó el foco del movimiento.
Integrantes del Bloque Negro pintaron consignas en las aceras de Paseo de la Reforma y su facción que conforma el grupo de baile Capuchas Rosas realizaron performance, bailes y protegieron a los grupos de personas vulnerables que se dieron cita para seguir empujando avances en el tema.
Aunque lograron arrancar una parte de las vallas metálicas que protegieron Palacio Nacional, no se registraron conatos de violencia.
En cambio, el mitin celebrado frente al hogar del Ejecutivo federal, terminó entre cumbias, reggaetón y música de violines, entre las agrupaciones que se sentaron a escuchar con atención a las oradoras sobre los pasos a seguir para no bajar la guardia ahora que la lucha prospera.
“Esto no termina aquí. Tenemos que insistir, luchar y no renunciar para armonizar la legislación a favor de las mujeres y niñas de México. Este es nuestro cuerpo y son nuestras decisiones”, gritaron.