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Rodrigo Arce era un adolescente cuando sus condiciones de vida lo llevaron al activismo; la falta de apoyo de su familia, el estigma y el desconocimiento de las implicaciones de la enfermedad de transmisión sexual que padecía le despertaron la voluntad de ayudar a otros que transitan por el camino que recorrió sin ayuda.
“El acompañamiento que brindamos en Círculo Diverso es el que yo hubiera querido tener cuando me entregaron mi diagnóstico de VIH, por eso, bajo esa virtud fundé la organización, para cobijar y darle vinculación a quienes lo necesiten,”, contó Rodrigo Arce a EL UNIVERSAL.
Aunque tiene 28 años, por su experiencia, el fundador de Círculo Diverso ya ha ocupado cargos políticos en los que no ha perdido la oportunidad de apoyar a la comunidad LGBTTTIQ+, a la que pertenece; también a quienes viven con enfermedades e infecciones de transmisión sexual y otras personas en situación vulnerable.
Motivado por el apoyo y la buena respuesta de políticos que también están a favor de los derechos y libertades de la comunidad, decidió fundar la organización en 2017, en la Casa de Cultura La Romita, donde empezó dando pláticas informativas a 10 personas de su círculo cercano hasta que logró expandirse con la ayuda de amigos que le proporcionaron visibilidad, así como de su hermana, quien le regaló un millar de volantes para hacerse publicidad.
“Ya se hacía, pero yo quise contribuir para que hablar de las libertades sexuales, la prevención, el autocuidado y la responsabilidad a la hora de tener encuentros sexuales no fuera más un tema que condenara a los usuarios a la muerte o al miedo a diagnosticarse por el estigma”, dijo.
Pronto, organizaciones más grandes y otras autoridades empezaron a mirar a Círculo Diverso, por lo que especialistas, infectólogos, médicos y donaciones de todo tipo abonaron a que la agrupación creciera. Entre los servicios que ofrece se encuentran la aplicación de pruebas de ETS y acompañamiento.
