Nación

Los derechos humanos de todos, incluso de los mexicoamericanos, “empiezan con dignidad”

Andrea Guerrero
26/07/2023 |04:02Andrea Guerrero |

Fui detenida por la Patrulla Fronteriza afuera de Disneylandia por ser México-Americana. Estuve en el tren de San Diego rumbo a Los Ángeles para una reunión, hablando con mi papá en el teléfono en español cuando subieron agentes al tren. Me escucharon y me rodearon. Me preguntaron dónde nací, sólo porque había hablado en mi idioma natal.

Como los 40 millones de personas de herencia mexicana que residimos en los Estados Unidos, yo corría el riesgo de ser tratada mal por mi propio gobierno, por mis rasgos y mi idioma. Ese día en el tren, aunque soy abogada, estuve aterrorizada, pensando en los casos que había llevado de personas lastimadas por las fuerzas policiacas en EUA. Contesté a los agentes en inglés que yo era ciudadana. Me escucharon, me miraron y después me dejaron para interrogar a otra persona. Respiré profundamente sabiendo que si yo hubiera sido mi papá que tiene el acento mexicano y es de piel morena tal vez habría terminado peor.

Mi temor y el temor de muchos mexicanos americanos y migrantes mexicanos es el impacto del racismo y el abuso por las fuerzas policiacas y las violaciones de nuestros derechos humanos que no son reconocidos en EUA. A diferencia de muchos de sus vecinos, incluyendo México, los Estados Unidos se niega a reconocer el carácter vinculante de los derechos humanos. Por ejemplo, los Estados Unidos han instruido a sus agentes policiales ignorar los principios de las Naciones Unidas sobre el uso de fuerza. Así que los activistas de derechos humanos en los Estados Unidos estamos estancados, argumentando si este país tiene el deber de cumplir con los derechos humanos mientras en países como México se enfoca en reclamar la implementación de los derechos humanos.

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Por esta razón, organizaciones como la que encabezo, Alliance San Diego, han lanzado una campaña binacional llamada: para impulsar que los EUA reconozcan los derechos humanos que son detallados en tratados internacionales. Una de las obligaciones más importantes es limitar el uso de fuerza para proteger la vida. Las políticas de uso de la fuerza estadounidense no protegen la vida.

Cada año las fuerzas policiacas provocan que y . Únicamente, alrededor de 10 agentes locales y estatales son condenados cada año por estos abusos, y a la fecha, ningún agente fronterizo federal (estadounidense) ha tenido que enfrentar consecuencias legales por conductas indebidas, que han llegado a ser mortales para las víctimas.

Esto se debe en gran medida a que, en EUA, los agentes pueden utilizar la fuerza cuando lo consideran “razonable”, en vez de limitar su uso a casos donde ésta sea realmente “necesaria y proporcionada”, conforme a los tratados internacionales firmados y ratificados por Estados Unidos. Pero no solo eso. Estos abusos también están dirigidos de manera desproporcionada contra las comunidades de color, migrantes y personas sin hogar, entre otras minorías y grupos vulnerables, cuyos derechos humanos son violados sistemáticamente sin repercusión alguna. Como consecuencia de la caracterización racial y la criminalización de la pobreza, miles de personas en EUA viven con miedo a sufrir abusos o incluso a perder la vida en un encuentro con las fuerzas del orden.

Esta amenaza es aún mayor en las comunidades cercanas a la frontera, donde el número de agentes fronterizos es generalmente superior al de policías locales y estatales. Desde el año 2010, en encuentros con agentes fronterizos, incluyendo ciudadanos, residentes, migrantes y viajeros. Uno de ellos, , residente de San Diego, murió tras ser brutalmente electrocutado y golpeado por agentes fronterizos de EUA en mayo de 2010.

Otro ejemplo más reciente de la brutalidad de los agentes fronterizos es el de , a quien un agente le disparó en la cabeza en junio de 2021 cuando viajaba en el asiento trasero de un automóvil en Arizona. Sobrevivió milagrosamente, pero fue deportada con una bala alojada en la cabeza. Hasta hoy, ningún agente ha sido responsabilizado por el incidente.

Las violaciones de los derechos humanos socavan la dignidad. Cuando hablamos de dignidad, hablamos del derecho de toda persona a ser valorada y respetada por sí misma y a recibir un trato ético. En palabras de Martin Luther King Jr., “la dignidad propia puede ser agredida, vandalizada, burlada cruelmente, pero nunca arrebatada, a menos que se renuncie a ella”.

En el marco del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y conscientes de nuestra dignidad y de las personas y grupos por los que trabajamos,

hacemos un llamado al presidente Biden y al gobierno estadounidense para que cumpla con sus compromisos en materia de derechos humanos, en específico cambiando el criterio del uso de la fuerza por el de “necesario y proporcionado” para salvar vidas.

Tú también puedes sumarte a la campaña firmando la petición en y compartiendo los contenidos de nuestras redes sociales.

Todos tenemos un familiar, un amigo, un conocido que vive o viaja a Estados Unidos y que está expuesto a esta realidad. Juntos podemos protegernos.

Directora ejecutiva de Alliance San Diego

Alliance San Diego es una organización comunitaria que trabaja para crear una democracia inclusiva donde todos puedan participar con dignidad.

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