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perla.miranda@eluniversal.com.mx
Ser la primera presidenta de la Academia Nacional de Medicina de México en sus 156 años de vida es un honor para la doctora Teresita Corona Vázquez, quien lo considera como un éxito de género, “un triunfo que da apertura a las mujeres para llegar a lugares o puestos de mayor responsabilidad en toma de decisiones”.
En entrevista con EL UNIVERSAL cuenta que desde niña se inmiscuyó en la medicina porque su papá era médico, ahí nació su amor por la ciencia y siempre tuvo interés por la mente humana. Ahora, desde su cargo buscará incidir en la implementación de políticas públicas que atiendan problemáticas de salud en el país.
Hoy, Corona dará apertura al Año Académico 156 y desde la tribuna expresará la disposición del organismo a trabajar de manera conjunta con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Qué significado tiene para usted ser la primera mujer en presidir la Academia Nacional de Medicina de México?
—Este logro va más allá de lo individual, es un alcance de género. La Academia Nacional de Medicina, a lo largo de sus 156 años, no había tenido una mujer presidenta, entonces es un referente que por fin exista una mujer al frente de la academia y amplía el panorama de género en la medicina nacional.
Es un triunfo de todas, porque les da apertura a las mujeres para llegar a lugares de mayor responsabilidad en cuanto a la toma de decisiones. En cuanto al nivel personal es un logro que me llena de orgullo y satisfacción dentro de mi carrera profesional.
¿Fue un largo camino para llegar hasta la presidencia de ese organismo?
—En mi carrera he tenido otros logros, como ser directora del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. Llegar a la presidencia de la Academia Nacional de Medicina de México no fue cosa de un día, no es que se haya abierto un camino y ya; fui secretaria adjunta general y llegué a la presidencia porque tuve el acompañamiento de mis compañeras académicas, que somos cerca de 17% del total de los miembros que la conforman.
¿Cuáles son los retos que enfrentará durante su gestión?
—En mi labor trataré de darle una mayor visión a la academia desde un punto de vista más nacional. Me refiero a que no esté concentrada en la Ciudad de México, sino en el interior de la República.
¿Cómo es la relación con el nuevo gobierno federal?
—La academia, con sus más de 156 años de trayectoria, siempre tiene acercamiento con la Secretaría de Salud, independientemente de quien esté a cargo. De hecho, el próximo 13 de febrero tendremos sesión con la secretaría para saber cómo se desarrollará el plan de salud en este sexenio. La academia estará pendiente y dispuesta para colaborar en todo lo que determinen las políticas de salud.
¿Es viable la universalización del sistema de salud?
—Es lo ideal, el acceso universal para la salud, como un derecho. Tendrán que avanzar para lograrlo, estaremos pendientes de cómo se implementarán los programas, a quiénes van dirigidos y a qué poblaciones y comunidades llegan.
¿Cuáles son los temas prioritarios de la academia?
—Hay varios, como el embarazo en adolescentes, la interrupción del embarazo, el uso de la cannabis, el estatus jurídico en cuanto a reproducción asistida, la obesidad como epidemia, y les queremos dar difusión para lograr una mayor injerencia en las políticas transversales de salud y de la investigación científica. Tenemos que desarrollar documentos de postura que sirvan a encaminar y dictaminar algunos programas prioritarios.
