Miguel Ángel Toscano es jefe de terapia intensiva de un hospital de especialidades adscrito a la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa), el cual atiende a pacientes Covid, además se desempeña como intensivista en la medicina privada; en los últimos 365 días la pasión y vocación por su profesión han sido las herramientas para enfrentar una pandemia “que nos agarró en curva”.
Desde un restaurante cercano al hospital público en el que labora, el médico de 55 años asegura que lo más difícil en este año ha sido ser testigo en primera fila de la rapidez con la que la enfermedad consume a los pacientes graves por coronavirus, el enfrentarse a algo nuevo y pasar por “miedos” exagerados al contagio, enojo hacia la sociedad que decidió no quedarse en casa y frustración por los mensajes contradictorios por parte de las autoridades del país con respecto al uso del cubrebocas.
“Una vez leí una nota en la que decían que un paciente llegó con 20% de oxígeno en su sangre, luego salió la autoridad sanitaria a decir que eso no era posible, que alguien con esos niveles estaría muerto, lo increíble es que a mí me tocó recibir a personas con 10% de saturación, sí pasó, sí ocurrió y, aunque indudablemente, esas personas fallecieron, doy fe de que es posible”, asegura a EL UNIVERSAL el médico.
También lee: ISSSTE niega muerte de personal médico vacunado en Morelos contra Covid-19
Con su pijama quirúrgica colocada, recuerda que antes de que llegara la pandemia al país el hospital público en el que trabaja empezó a organizarse para recibir a posibles pacientes con Covid-19, pero esto no fue suficiente conforme aumentaron los contagios y las defunciones.
“En abril supe perfecto que esa cifra de 60 mil, que en teoría era el escenario catastrófico, no sería la cifra de defunciones en México; es lamentable y muy frustrante ver cómo se te va de las manos la vida de una persona, pero mi vocación es lo que me hace seguir adelante, aunque espero que en Semana Santa la sociedad sea más empática y nos ayude a no propagar el virus”, refiere.
Para el médico, lo más difícil de esta pandemia ha sido ver a pacientes jóvenes morir, así como a compañeros que contraen el virus y pierden la vida: “Es muy triste atender pacientes que fallecen y darte cuenta que no llegaron a los 40, a los 50, son jóvenes, que no tenían hipertensión o diabetes, a lo mejor su máximo pecado era tener obesidad, y la vida se les va. Es muy lamentable pensar en aquellos compañeros del sector Salud que murieron por coronavirus, por eso no podemos bajar la guardia”.
Hasta el 13 de febrero, la Secretaría de Salud federal reportó 3 mil 284 defunciones entre su personal por Covid-19, además de 245 fallecimientos considerados “sospechosos” por el virus.
También lee: Gobernadores exigen dar a médicos certidumbre sobre segunda dosis
En el último documento publicado por la dependencia que encabeza Jorge Alcocer Varela, Covid-19 México, Personal de Salud, se indica que a la fecha se han registrado 224 mil 898 contagios en trabajadores de la salud, es decir, 10% del total de casos.
La Ciudad de México es la entidad más afectada por el coronavirus entre el personal médico, con más de 30 mil casos positivos, así como 690 defunciones y alrededor de 100 por confirmar.
El informe de la dependencia federal detalla que enero también fue el mes más letal para los profesionales de la salud: en el primer mes de 2021 se reportaron 27 mil 110 casos y 602 muertes.
Miguel Ángel Toscano está convencido de que esta emergencia le ha dejado muchos aprendizajes y reitera el amor que siente por su profesión. Advierte a los mexicanos que el Covid-19 no será la última pandemia.