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Alejandro Habib
, comisionado de Derechos Humanos en Hidalgo y candidato a presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), afirma que de llegar a ser comisionado nacional se encargará de fortalecer los organismos locales de defensa.
En entrevista con EL UNIVERSAL , Habib reconoció su pasado como militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero afirma que los nueve años de ser apartidista y su trayectoria de casi 30 años como jurista, le son suficientes para ser un buen candidato a la comisión.
Uno de los rubros que piensa impulsar será incrementar el fondo para la reparación del daño, con el que cuenta la Comisión Especial de Atención a Víctimas (CEAV), que la CNDH tenga un presidente “más activo”, e incrementar el periodo para renovación del consejo ciudadano consultivo de la Comisión.
-¿Cuál es su interés en ser presidente de la CNDH?
Tengo más de 28 años en el servicio público, me he preparado para un cargo de esta naturaleza, el tema de los derechos humanos en lo personal me apasiona, me apasiona como abogado, como servidor público.
La mayoría de las encomiendas que he tenido han sido relacionadas con un campo del derecho, he pasado en tres ocasiones por el tamiz del congreso local de Hidalgo, cuando fui subprocurador electoral, cuando fui magistrado electoral y luego como comisionado de derechos humanos.
-¿Esa experiencia le da suficiente para ser presidente de la CNDH?
Para el perfil y lo que requiere la CNDH en este momento, creo que lo que yo pudiera aportar es lo que le hace falta la CNDH.
-¿Haber militado en el PRI, no le da una desventaja en tiempos de la 4T?
Yo no niego mi pasado, fui priista; tengo nueve años de ser apartidista. He estado al frente de dos órganos autónomos en los que hice un buen trabajo, el único tribunal electoral local que salió con 100% de efectividad en sus resoluciones ha sido cuando yo formé parte del de Hidalgo.
-¿Qué perfil debe tener el comisionado nacional de derechos humanos?
El perfil del ombudsperson a nivel nacional debe de ser autónomo, independiente, pero también debe ser alguien que conozca de las leyes de este país, que haya tenido práctica en tribunales y en juzgados, y fundamentalmente que conozca el servicio público.
-¿Cuál es su principal propuesta para la CNDH?
Impulsar el papel proactivo que debe tener el ombudsperson nacional, que debe ser cercano a la gente y también actor en los grandes temas nacionales: desapariciones forzadas, tortura y los derechos de las minorías.
Debe hacer propuestas concretas que traigan una mejora en el sistema de impartición de justicia, de seguridad pública, para prevenir el delito y combatirlo.
Otro tema tiene que ver con el acompañamiento a víctimas y la reparación del daño. En México existe una deuda histórica con las víctimas, pero ya es hora de empezar a pagar en todos los sentidos, de caminar junto con las víctimas la garantía de no repetición y la disculpa pública.
-¿No piensa una reestructura integral para la CNDH?
Bueno, primero tenemos que hacer un diagnóstico de cómo está funcionando la Comisión, y posteriormente proponer una reingeniería administrativa que implique implementar acciones como control de confianza, la profesionalización de los servidores públicos, la capacitación al interior.
-¿Una reestructuración jurídica, no?
Sí, una reestructuración júridica-administrativa. Tenemos que actualizar el reglamento de la CNDH , porque está totalmente desfasado de la realidad y trabajar de la mano con los organismos defensores de derechos humanos locales y con la sociedad civil.
-¿El consejo consultivo, ciudadano, de la CNDH se ha quedado corto?
No, pero el consejo tiene una renovación cada dos años, y creo yo que los consejeros deben de durar más tiempo al frente, y que sí haya un escalonamiento para que se vaya renovando el consejo, teniendo una participación más activa de la que actualmente tiene.
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