Leticia Bonifaz Alfonzo, académica de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se sumó ayer como nueva integrante del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW-ONU).

Se convierte en la segunda mexicana en formar parte de ese organismo internacional.

Bonifaz Alfonzo tomará uno de los 11 asientos que quedarán vacantes en el mecanismo a partir del primer día de 2021.

Reconoció que fue apoyada por el gobierno mexicano a través de su misión en Naciones Unidas, encabezada por el representante permanente de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, exrector de la Universidad.

La universitaria tendrá el cargo de revisar en cada país el compromiso asumido por el Poder Ejecutivo en sus políticas públicas; del Legislativo, en materia de leyes, y del Judicial, en el acceso a la justicia. Estas evaluaciones darán pie para ver el nivel de avance y qué ritmo se logra.

“Soy puma de corazón, siempre traigo la camiseta muy puesta. Como nos formamos en la UNAM, es clave para lo que viene más adelante.

“La pluralidad de nuestra Universidad es esa característica que te hace estar lista para el análisis de cualquier situación. Ahorita me tocarán los derechos de las mujeres en el mundo y, por supuesto, que la camiseta estará puesta siempre”, señaló.

El CEDAW es el órgano de expertos independientes conformado para supervisar la aplicación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, adoptada de forma unánime por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1979 y que entró en vigor en 1981.

Está integrado por 23 expertas de todo el mundo en derechos de ese sector de la sociedad.

Leticia Bonifaz Alfonzo indicó que este comité trabaja junto con otros órganos de Naciones Unidas, porque, dijo, el tema de la mujer es transversal. “La trayectoria que tengo de años cerca de los problemas nacionales y de toda América Latina me ayuda a dilucidar los problemas del mundo y tener las herramientas listas”, aseguró la especialista.

En ese sentido, reconoció que México es un país de muchos contrastes y de enormes desigualdades; no obstante, indicó que “tenemos situaciones que reconocer y presumir, como el hecho de que las dos Cámaras le-gislativas tengan paridad.

“En cambio, existen mujeres indígenas, fundamentalmente en Guerrero, Oaxaca y Chiapas, a quienes se les debe poner más atención por la doble y triple discriminación que reciben, y por la falta de oportunidades que tienen las niñas”, expresó.

Bonifaz señaló que, además, uno de los problemas que mostró la pandemia ocasionada por el Covid-19 es la violencia doméstica, debido a que, argumentó, el encierro “dejó ver el riesgo en que se encuentran las mujeres, incluidas adolescentes y niñas, al estar cerca del agresor.

“Las respuestas que ha dado el Estado [ante esta situación] no siempre son las idóneas ni las más expeditas”.

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