Adultos y niños con enfermedades incurables deben disponer de tratamientos para paliar el dolor, dijo el responsable del programa de Voluntad Anticipada y Cuidados Paliativos de la Ciudad de México, Ferdinand Recio Solano.
Pidió que el nuevo Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) asigne recursos presupuestales a los cuidados paliativos que se requiere brindar a personas de este sector con padecimientos que se diagnostican en fase terminal.
Los tratamientos se pueden aplicar para dar calidad de vida digna a pacientes hasta el momento de su fallecimiento; también prevén apoyar a sus familias en el periodo de atención del enfermo y, eventualmente, en el duelo.
Recio Solano, junto con la comunidad médica nacional que impulsa los cuidados paliativos, ha planteado en las Cámaras del Congreso de la Unión el derecho de los enfermos graves a sobrellevar su condición de manera digna, sin dolor.
El tanatólogo expuso que el método consiste en que se brinda al paciente y a sus familiares apoyo integral, control del dolor, así como atención social, sicológica y espiritual, lo cual es nuevo en la cultura mexicana; en este caso, especialistas orientan a la gente que en el corto plazo estará en duelo por el fallecimiento de uno de sus integrantes.
La población adulta mayor tiende al aumento, y con ella los casos de enfermedades crónico-degenerativas, que no tendrán cura, como lo son los padecimientos cardiovasculares y la diabetes. El cáncer toca fatalmente a personas adultas y a niños, quienes tienen el derecho a recibir atención para el dolor.
Al respecto, el responsable del programa de Voluntad Anticipada y Cuidados Paliativos de la Ciudad de México indicó que debido a la falta de medicación pediátrica para atender a los niños que sufren cáncer, se responde con el corte de pastillas o de parches, ya que la industria farmacéutica produce para el mayor mercado adulto, que para el infantil.
Discusión en Cámara Alta
En el Senado, Miguel Ángel Mancera (PRD) lidera el cabildeo para actualizar en la legislación los cuidados paliativos, pues a falta de ello ocho de 10 menores que padecen una enfermedad terminal no tienen acceso a fármacos que aminoren sus dolores.
Una reforma constitucional, iniciada por el perredista, pasó del Senado a la Cámara de Diputados, donde se detuvo.
Esta iniciativa tiene el propósito de que se adicione en el artículo 4 de los derechos a la salud, el concepto de cuidados paliativos. De ahí se desprendería un sólido capitulado en la Ley General de Salud y en el abanico de la legislación.
Una de las medidas relacionadas con la advertencia del especialista Recio Solano será la de llevar a la normatividad la dosis pediátrica de drogas médicas.
Los cuidados paliativos se incluyeron en la Ley General de Salud en 2009, y cinco años después se publicó la Norma Oficial Mexicana (NOM), que incluye protocolos para la prestación de esta atención, su asistencia domiciliaria, ambulatoria, hospitalaria y en urgencias.
De manera controlada, los pacientes tienen accesos a medicamentos con sustancias de estupefacientes y sicotrópicos, además los fabricantes y las farmacias expendedoras están bajo la lupa oficial. El personal médico debe acreditar su capacitación para la prescripción de este tipo de fármacos.
Médicos, sin recetarios adecuados
De acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en mayo de 2017, de 212 mil 434 médicos, 2 mil 830 tenían recetarios especiales para prescribir opioides; es decir, sólo 1.33%. En septiembre de 2018, el número de galenos con esta facultad era de 4 mil 643 (3 mil 112 eran especialistas y el resto eran profesionales de medicina general).
Los estados con mayor número son la Ciudad de México (491), Jalisco (372), Estado de México (282), Nuevo León (204) y Guanajuato (152). El embudo se cierra en las farmacias que surten recetas (617).
Recio Solano dijo que los cuidados paliativos se deben brindar, en el Sistema Nacional de Salud —en la Secretaría de Salud (Ssa) y los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), “a todos los pacientes con periodo corto de vida”. Para ello, insistió, debe haber recursos.