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El PRD hizo ayer un llamado urgente a construir un nuevo partido con el registro perredista, para defender la democracia, las libertades y el equilibrio de poderes en el país, en riesgo por la concentración de todas las decisiones en el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
“Urge construir una fuerza que sea factor de unidad opositora”, convocaron los integrantes de la Dirección Nacional Extraordinaria (DNE) del PRD a todas las organizaciones y personalidades que coincidan en que se requiere un contrapeso al mandatario, con quienes se abriría un diálogo “entre iguales”, con toma de decisiones por consenso y reglas pactadas por todos.
La urgencia es porque, expresaron, en sólo cuatro meses el Presidente ha demostrado que busca la “restauración del sistema presidencialista, centralizador y autoritario, que debilita y somete al Poder Legislativo y socava la independencia del Poder Judicial”, expusieron.
En la rueda de prensa estuvieron todos los integrantes de la DNE, Adriana Díaz, Karen Quiroga, Estephany Santiago, Ángel Ávila, Fernando Belaunzarán, Camerino Márquez y Arturo Prida, así como el coordinador de los senadores, Miguel Ángel Mancera.
Ahí leyeron un manifiesto en el que advirtieron que “urge construir una fuerza que sea factor de unidad opositora” para no permitir regresiones.
No se trata de una exageración, expusieron, al hacer el recuento de indicios: golpe al federalismo con el nombramiento de superdelegados, mediante los cuales el Presidente invade facultades y funciones de los gobiernos locales o bien, con un manejo discrecional de recursos para estados y municipios.
Además, se vive un acaparamiento de la radio y televisión, que son propiedad de la nación pero privilegian la difusión de las actividades del Presidente “en un manejo tendiente a ensalzar su figura de manera tan épica como acrítica”, y en cambio hay un “linchamiento” desde lo más alto del poder contra quienes critican al Presidente.
También se evidenciaría en que el Sistema Nacional Anticorrupción está en el abandono “y tenemos un gobierno discrecional y opaco”, pues tres de cada cuatro contratos se otorgan sin licitación, los programas sociales entregan dinero en efectivo sin reglas de operación y ni siquiera han transparentado los recursos que recibieron para la transición”.
Incluso, el Ejecutivo ha vulnerado a Pemex, empresa productiva del Estado que ha perdido toda autonomía para decidir su política en materia de hidrocarburos, acusaron.
