El embajador Juan Ramón de la Fuente, representante permanente ante el Sistema de Naciones Unidas, planteó a sus homólogos de varios países la necesidad de que se revisen algunos aspectos de la política de drogas prohibicionista, basada en acciones punitivas y restrictivas que no han funcionado y que han generado costos sociales mayores a los que produce el consumo de drogas.

En su participación en el segmento ministerial del 62 periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes, que se realizó el 14 y 15 de marzo en Viena, Austria, De la Fuente, quien encabezó a la delegación mexicana, propuso avanzar hacia una transformación en cinco ejes:

Aplicación más humana de la ley; la promoción de un enfoque de salud pública; diferenciación de sustancias para la política de control, ya que no todas causan el mismo daño; atención a las causas de la violencia y el delito mediante el desarrollo sostenible, y hacer “más coherente y eficiente la cooperación internacional para que sea un traje hecho a la medida y no una camisa de fuerza”.

En el encuentro —en el que estuvo acompañado por la embajadora en Austria, Alicia Buenrostro, como jefa alterna de delegación mexicana— De la Fuente subrayó que en el caso de México es necesario pacificar al país y restablecer el tejido social en los términos que ha sido planteado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

El embajador, quien tuvo encuentros con representantes de varios países, transmitió los saludos del canciller Marcelo Ebrard Casaubon, así como sus deseos de profundizar la cooperación tanto técnica como científica con los países y diversos organismos internacionales.

En la segunda sesión del segmento ministerial que presidió De la Fuente participaron también la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Kristen Madison; la ministra de Recursos Humanos de Singapur, Josephine Teo; directores adjuntos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y de la Organización Mundial de la Salud, así como representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil.

En el marco de esta reunión multilateral, Juan Ramón de la Fuente platicó con el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Yury Fedotov, con quien intercambió puntos de vista sobre la necesidad de revisar el marco regulatorio que rige la política internacional de drogas.

Con diversos funcionarios de las Naciones Unidas habló sobre la importancia de que la Guardia Nacional sea profesionalizada y blindada contra la corrupción.

La delegación de México tuvo reuniones bilaterales con Uruguay, Colombia, Ecuador y Estados Unidos. Con Juan Andrés Roballo, secretario de la presidencia de la República de Uruguay se intercambiaron puntos de vista sobre la política de control de drogas de ese país y las mediciones que han llevado a cabo relacionadas con el mercado formal controlado por el Estado a través de la red de farmacias, así como el impacto que esta política ha tenido en la disminución del consumo y de la violencia asociada al trasiego y mercado ilícito de drogas.

Con la ministra de Justicia y del Derecho de Colombia, Gloria María Borrero Restrepo, se abordaron los retos que plantea el lavado de activos y el tráfico ilícito de armas que alimentan a las organizaciones criminales. También se trató el tema de los procesos de pacificación en el país sudamericano basado, entre otros, en los principios de la justicia transicional.

Con Verónica Espinosa, ministra de Salud de Ecuador, conversó sobre la importancia de la atención a la salud mental, sobre todo relacionada con víctimas de la violencia, y la necesidad de que este paquete de servicios forme parte de la atención primaria a la salud.

Con la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Kirsten Madison, se abordó la problemática de las drogas sintéticas que impacta a América del Norte, y las líneas de mutuo entendimiento para la cooperación bilateral en temas de seguridad.

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